Los caprichos de Mauricio Soria le costaron más de 100.000 $us., a Oriente Petrolero
La “Era Soria” llegó a su fin (afortunadamente) en Oriente Petrolero, aunque para muchos éste final llegó muy tarde.
Soria que en diciembre del 2018 fue anunciado como DT de Oriente Petrolero (hubo un tiempo en que muchos lo pidieron para que ponga orden en el equipo) para la Temporada 2019, tenía el apoyo de gran parde de la pacialidad Orientista, ya que creían que con él las cosas podían cambiar, cambio que se esperaba que también llegue con el nuevo directorio ya que el tan cuestionado José Ernesto Álvarez había renunciado a su cargo de Presidente y su lugar lo ocupó Yimy Montaño.
La llegada de Soria (y posterior salida) le costó al club más de 100.000 $us., ya que hizo que los dirigentes rescindan contrato con jugadores como Marcel Román, Pablo Zeballos, Patricio Vidal que aún tenían contrato vigente con la institución refinera, pero ninguno de estos jugadores eran del agrado del cochabambino, además pidió jugadores como Oscar Ribera, Jomar Herculano, Cleider Alzáte, Sergio Raphael y Yendrick Ruiz para la Temporada 2019, todos estos jugadores al finalizar el Torneo Apertura 2019 fueron descartados por Soria, por distintos motivos se tuvo que rescindir con cada uno de ellos, costándole al club (por el capricho de Soria) un dineral el haberlos traido y luego haberlos botado.
Cabe recalcar que durante el Torneo Apertura 2019 el equipo de Oriente Petrolero bajo el mando de Mauricio Soria terminó en la séptima posición ganando solo 11 partidos, empatando 4 y perdiendo 11 en el torneo doméstico, mientras que en el certamente internacional (Copa Sudamericana) jugó 2 partidos y en ambos empató, sin duda que el Apertura 2019 fue uno de los peores torneos de Oriente Petrolero en los últimos años, siendo que el equipo fue armado completamente por Mauricio Soria a quién se le dió más potestad de lo debido.
En la conferencia de prensa donde Mauricio Soria junto a Yimy Montaño (Presidente de la Comisión Transitoria) anunciaban la rescisión de contrato, Soria manifestaba “Creo que dentro de todo el plantel que se armó era un plantel competitivo”, pero o no le dijeron o no se dio cuenta él mismo que ese su plantel competitivo terminó séptimo, sin mostrar una idea clara de juego y que de los 7 extranjeros que trajo rescindió con 4, mostrando que no armó bien su equipo.
Además señaló “Habíamos cambiado muchos temas de camarín que habían antes aquí en Oriente, se consiguieron estabilizar muchas cosas en lo que es el manejo del plantel” refiriéndose que antes los extranjeros (Román, Zeballos y Freitas) manejaban el camerino y que todo estaba podrido por ellos y que por eso el equipo no tenía un buen desempeño y rendimiento, pero Mauricio Soria no dijo que en Argentina él se enfrentó a 2 jugadores nacionales de los pesados con quienes tuvo un cruce de palabras, además de discutirse también con otros 2 extranjeros que trajo a comienzo de año, el camerino de Soria no estaba para nada tranquilo ya que el estratega había creado anticuerpo con varios jugadores por su mal carácter y temperamento, además que antes quemó de muy mala manera a un jugador como Oscar Ribera a quién pidió a comienzos de año y después pidió que botaran una vez concluído el primer torneo del 2019 y eso no fue muy bien visto por el resto del plantel, caso similar ocurrió con Ronaldo Sánchez a quién mandó a la reserva después de quedar eliminado de la Copa Sudamericana y que fue muy claro con los dirigentes en decirle que para éste segundo semestre no lo iba a tomar en cuenta.
En conclusión, la “Era Soria” fue la más nefasta en Oriente Petrolero, porque todo un semestre ensayó tercamente con un sistema de juego, poniendo a Ricky Añez como volante de contención, posición en la que no jugaba hace más de 4 años atrás ya que en esa posición se formó en la Academia Tahuichi y que para éste segundo semestre y según lo visto en el partido amistoso lo iba a poner nuevamente como lateral por derecha, el Oriente Petrolero que deja Mauricio Soria en lo deportivo es un equipo mal armado, un equipo corto, sin idea de juego que está destinado a pelear en la mitad de tabla.
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