
El técnico de
Oriente Petrolero cada vez que dirige usualmente tiene una botella de agua en la mano, anoche tras el pitazo final del partido el español agarró la botella y la tiró al piso mostrando un enfado, quizás contra su equipo que no jugó bien o contra el arbritraje que fue un desastre. Lo cierto es que el estratega abandonó el campo de juego muy molesto y se fue directo a los camerinos.
Azkargorta deberá en estos partidos que le resta a su equipo (The Strongest -L- Real Potosí -V- Blooming -L- Ciclón -V- y Petrolero -L-) sumar la mayor cantidad de puntos ya que en el próximo torneo habrá una tabla acumulativa para repartir los premios a torneos internacionales.
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