De un momento a otro, Carlos Arias desapareció de las canchas. A una mala acción en un partido se sumaron una lesión y la llegada de otro arquero para ocupar su lugar en
Oriente Petrolero, eso terminó por relegar al notable golero boliviano.
Él quiere seguir jugando. A los 35 años un guardameta está en la plenitud de su carrera. Ofertas no le faltaron, sin embargo no le convencieron. Con una familia formada es más difícil irse al interior (radica en Santa Cruz), pidió mejores condiciones pero no halló una respuesta favorable.
Después de analizar la situación con su familia se puso plazo hasta fin de mes, si no arregla con algún club dirá adiós al fútbol y de inmediato emprenderá un negocio en Santa Cruz. “Estoy sin equipo, nunca se sabe qué pasará, por eso estoy entrenando solo, pero si hasta fines de agosto no sale nada lo dejo todo. Tampoco vale la pena esperar tanto”.
Cuenta su verdad sobre los motivos por los que dejó de atajar en el club albiverde. “Hubo una lesión, no era grave (esguince en los gemelos), pero la gente de Oriente ya no me quería, lo trajo a Marcos (Argüello) para que yo me fuera y lo único que hice fue esperar que llegue mayo, así que cumplí mi contrato y me desvinculé del club”.
Habla de “cosas raras” que prefiere no hacerlas públicas, dice “que no se jugó bien, nada más. Metí juicio en Fabol en procura de cobrar lo que me debe el club. Jugué dos partidos y por cuestiones con dirigentes estoy pasando por esta situación. Me hicieron a un lado en la segunda fecha del torneo, faltaba mucho por caminar”.
Recuerda que en un partido en Santa Cruz contra Bolívar del anterior torneo cometió un error que derivó en un gol de Juan Miguel Callejón. “Luego vino la lesión, que el club magnificó, era solo un esguince de segundo grado y me hicieron a un lado, querían que me fuera, pero el libro de pases ya estaba cerrado”.
A pesar de lo que pasó, está optimista sobre lo que viene: “Hay vida después del fútbol y uno tiene que seguir trabajando”.
Si no pasa nada con el fútbol se meterá de lleno en un negocio familiar, no quiere dar detalles sobre lo que puede ser su próxima actividad, solo se limita a mencionar que será en Santa Cruz y Portachuelo, donde nació.
“Voy a invertir el dinero que he ganado en el fútbol para lo que viene. Nunca me he regalado y puedo decir que en este momento no estoy necesitado”.Asegura que si no juega “tampoco estaré en cero. Con mi familia tenemos un parámetro de lo que queremos, vamos a competir en procura de entregar mejores productos para que la gente nos busque”.
No piensa en un partido de despedida, asegura que no habrá y que prefiere quedarse con las cosas buenas que ha vivido.
Messi no le hizo ni un gol en cuatro partidos disputados
Tres hechos futbolísticos tienen huella indeleble en la carrera de Carlos Arias: jugó en los cuatro grandes de Bolivia (Blooming, The Strongest, Bolívar y Oriente), estuvo en cuatro partidos de la selección nacional contra la Argentina de Lionel Messi y el astro no lo pudo vencer; y se dio el gusto de jugar la Copa del Rey de España en su paso por el Córdoba Fútbol Club.
“Tengo que dar gracias a Dios, lo que he vivido en el fútbol es una cosa que no voy a olvidar. Jugué clásicos con las camisetas de los cuatro clubes”.
De acuerdo con sus registros estuvo en 42 partidos con la selección absoluta y de los duelos contra Messi tres fueron en Argentina y una en La Paz. “Estoy en el grupo de arqueros que Leo no pudo superar, aunque fueron pocos queda la satisfacción de que no me venció”.
Jugó en el Córdoba español y fue titular en cinco partidos del equipo en La Copa del Rey (2011-12). Considera que es un punto alto en su carrera por el prestigio de ese certamen.
Estuvo 12 años en la Verde
Familia Carlos Erwin Arias Egüez nació en Portachuelo el 27 de abril de 1980. Casado con Evelyn Antelo, tienen dos hijos: Carlos y Violeta.CarreraAl margen de los cuatro grandes del país jugó en el Maccabi Netanya de Israel y en el Córdoba español.
Selección Pasó por todas las categorías. En la absoluta debutó en la goleada 5-0 sobre Venezuela en 2001 y su último juego fue en 2013 contra Colombia.
Periodismo y formación de arqueros
El periodismo deportivo y la enseñanza de las técnicas de arquero en una escuela especializada son objetivos que por el momento rondan por la cabeza de Carlos Arias, si es que finalmente no llega a un acuerdo con un club de la Liga.
Su esposa, Evelin Antelo, es comunicadora social. Cuando el golero estaba en Bolívar, ella lo acompañó a La Paz y se vinculó al equipo de deportes de la Red Bolivisión. “He aprendido algunas cosas del periodismo, pero para estar dentro de una cabina o en un set hay que hacer los cursos respectivos y pienso que puede ser una buena forma de seguir ligado al fútbol”, dice Arias.
Enseñar las técnicas de arquero también es una cuestión pendiente que tiene que ver con su formación. Cuenta que fue casi autodidacta: “Cuando comencé lo hice por interés propio. Después fue el profesor Erwin Frey (exarquero de Blooming) quien me enseñó algunas cosas”.
Ahora los clubes tienen en sus cuerpos técnicos entrenadores de goleros, en cambio “antes el delantero era el que te preparaba haciendo los remates al arco y uno trataba de evitar los goles, había que aprender de lo que uno veía; ahora pienso que con academias o centros especializados se puede enseñar bien a las nuevas generaciones”.
Tiene mucho por enseñar. El golero asegura que el fútbol está en su vida y que es imposible que se aleje por completo de él.