Sin apuros
Lo de Oriente Petrolero anoche en el Tahuichi resultó más fácil de lo esperado. Liquidó a Universitario sin problemas, pudo haberle metido más goles tras las ventajas que le cedió su rival, pero se quedó en un 4-0 sin discusión. Lo de la visita fue paupérrimo, comenzó desconcentrado tras el problema de su camiseta (ver apoyo) y no pudo poner objeción ante un Oriente inspirado y agresivo que tuvo en Thiago do Santos y en Alejandro Meleán a dos hombres clave, incisivos por las bandas.
La victoria le permite a los de Eduardo Villegas sumar 14 puntos y subir al cuarto lugar. No le funcionó a Universitario el juego agresivo, mal intencionado reflejado sobre todo en el golpe de Silvestre a Mercado. Mantuvo el ritmo casi siempre y no renunció jamás a presionar a una defensa endeble, que hizo lo que pudo pero sin evitar cuatro goles sin discusión; dos en la primera etapa y otros dos en el complemento. Para valorar en el local a Fernando Saucedo, que no desentonó jugando por el carril derecho.
En la primera etapa el local fue superior, se paseó por todo el frente y consiguió golpear dos veces. Thiago do Santos era un puñal por derecha, difícil de controlar para Enrique Flores y Alan Loras; encima, se penetraba con frecuencia por el otro lado con Alejandro Meleán atento, siempre escurridizo para Ramiro Ballivián. Alcides Peña y Richar Estigarribia penetraban a placer.
A los 21’ llegó el 1-0 gracias a un remate cruzado de Do Santos que la visita reclamó por empujón previo a Flores, que quedó tirado.
No hubo vuelta atrás y Oriente no solo siguió dominando en el resultado, sino también en la cancha. Encima, Universitario se quedó sin Federico Silvestre (26’), que por una malintencionada patada a Alan Mercado, tuvo que ser expulsado. La situación benefició al local, que siguió insistiendo, avisando con el cabezazo al travesaño de Peña y luego festejando con el 2-0 gracias a otro testarazo, esta vez de Meleán (31’). El festejo era el simple reflejo de lo que pasaba en cancha por el dominio pleno albiverde.
Universitario, incómodo por las camisetas que tenía, intentó suplir los espacios con De la Cuesta bajando para llevarles pelota a Pastor Tórrez y Lucas Ojeda. La única clara para los de Javier Vega se dio a los 45’ con una media vuelta espectacular de Tórrez que devolvió el parante de Arias.
Liquidó en el complemento
Cuando apenas se había iniciado el juego, otra penetración por izquierda de Meleán le permitió pegarle antes del cierre de Ballivián y desde el centro, sin marca y ante Robledo, Estigarribia puso el tercero (48’). Encima, cuatro minutos después, Alejandro Bejarano insultó al juez y también se tuvo que ir, dejando a la ‘U’ con nueve. La ventaja la aprovechó bien Oriente, que estuvo cerca con Peña, primero, y con Mercado, después, de ampliar la diferencia. El 4-0 no tardó en llegar y fue gracias a Rodrigo Vargas (66’). La superioridad era incontestable, pese a que
Mosca dio un susto en un contragolpe.
Oriente se hizo de un rival que no lo exigió porque de ahí hasta el final, fue solo intentar el quinto exigiendo a un Robledo que parecía estar en el paredón. Fue festejo en la cancha y en las graderías, más allá de la bronca en la barrabrava, que está dividida.
EL PARTIDO SE RETRASÓ 43’ PORQUE LA ‘U’ NO TRAJO CAMISETAS ROJAS
Un hecho poco usual se dio anoche en el Tahuichi previo al inicio del duelo entre Oriente y Universitario. El juez Ever Cuéllar se negó a dar por iniciado el juego porque los capitalinos saltaron a la cancha con una camiseta blanca, color que predominaba en la camiseta local. La decisión originó el retraso de 43’ y una desesperación plena en los directivos visitantes.
Los doctos no trajeron entre su equipaje un juego de camisetas rojas debido a que en el partido contra César Vallejo, por la Sudamericana, intercambiaron camisetas en el entretiempo y sobre el final. El patrocinador debía enviarles ayer un juego, pero no lo hizo. La desesperación originó incluso que los mismos jugadores de Universitario le pidieran a sus colegas de Oriente que trajeran sus alternativas.
Pero las camisetas amarillas y verdes de Oriente estaban en la sede. En pleno embrollo, un utilero capitalino salió corriendo rumbo a La Ramada en procura de un juego de poleras. “Sí, es lamentable la situación, no se trajo el juego de camisetas y lo asumimos”, dijo el DT Vega a EL DEBER Radio, molesto por el tema.
“Universitario tiene inscrito que su uniforme oficial es el rojo; hasta nosotros nos sorprendimos”, añadió el directivo albiverde Yimi Montaño. Los jugadores de la visita se cansaron de calentar y optaron, entre ellos Robledo y Saucedo, por hablar con Raldes para interceder ante el árbitro. Pero Ever Cuéllar ni se inmutó, siguió parado esperando el uniforme.
Luego de 43’ de espera llegó un lote de camisetas rojas con una franja blanca. Eso sí, los números de la espalda no coincidían con los que se dio a conocer provocando otro registro en el control del árbitro y en planillas. La ‘U’ no solo corrió el riesgo de una multa de $us 10.000 por el incidente, sino también de que Oriente le hubiera dado walk over, con la consiguiente pérdida de categoría (hubiera bajado a su asociación automáticamente).
“Yo no me pongo esa camiseta”, dijo De la Cuesta, aunque después, y luego de que Vega intercediera, terminó por aceptar. Pero el incidente ya tenía desconcentrados a los capitalinos, que pese a los gritos de entrenador que se mantuvo parado al borde de la cancha, no pudo hacer nada.
La victoria le permite a los de Eduardo Villegas sumar 14 puntos y subir al cuarto lugar. No le funcionó a Universitario el juego agresivo, mal intencionado reflejado sobre todo en el golpe de Silvestre a Mercado. Mantuvo el ritmo casi siempre y no renunció jamás a presionar a una defensa endeble, que hizo lo que pudo pero sin evitar cuatro goles sin discusión; dos en la primera etapa y otros dos en el complemento. Para valorar en el local a Fernando Saucedo, que no desentonó jugando por el carril derecho.
En la primera etapa el local fue superior, se paseó por todo el frente y consiguió golpear dos veces. Thiago do Santos era un puñal por derecha, difícil de controlar para Enrique Flores y Alan Loras; encima, se penetraba con frecuencia por el otro lado con Alejandro Meleán atento, siempre escurridizo para Ramiro Ballivián. Alcides Peña y Richar Estigarribia penetraban a placer.
A los 21’ llegó el 1-0 gracias a un remate cruzado de Do Santos que la visita reclamó por empujón previo a Flores, que quedó tirado.
No hubo vuelta atrás y Oriente no solo siguió dominando en el resultado, sino también en la cancha. Encima, Universitario se quedó sin Federico Silvestre (26’), que por una malintencionada patada a Alan Mercado, tuvo que ser expulsado. La situación benefició al local, que siguió insistiendo, avisando con el cabezazo al travesaño de Peña y luego festejando con el 2-0 gracias a otro testarazo, esta vez de Meleán (31’). El festejo era el simple reflejo de lo que pasaba en cancha por el dominio pleno albiverde.
Universitario, incómodo por las camisetas que tenía, intentó suplir los espacios con De la Cuesta bajando para llevarles pelota a Pastor Tórrez y Lucas Ojeda. La única clara para los de Javier Vega se dio a los 45’ con una media vuelta espectacular de Tórrez que devolvió el parante de Arias.
Liquidó en el complemento
Cuando apenas se había iniciado el juego, otra penetración por izquierda de Meleán le permitió pegarle antes del cierre de Ballivián y desde el centro, sin marca y ante Robledo, Estigarribia puso el tercero (48’). Encima, cuatro minutos después, Alejandro Bejarano insultó al juez y también se tuvo que ir, dejando a la ‘U’ con nueve. La ventaja la aprovechó bien Oriente, que estuvo cerca con Peña, primero, y con Mercado, después, de ampliar la diferencia. El 4-0 no tardó en llegar y fue gracias a Rodrigo Vargas (66’). La superioridad era incontestable, pese a que
Mosca dio un susto en un contragolpe.
Oriente se hizo de un rival que no lo exigió porque de ahí hasta el final, fue solo intentar el quinto exigiendo a un Robledo que parecía estar en el paredón. Fue festejo en la cancha y en las graderías, más allá de la bronca en la barrabrava, que está dividida.
EL PARTIDO SE RETRASÓ 43’ PORQUE LA ‘U’ NO TRAJO CAMISETAS ROJAS
Un hecho poco usual se dio anoche en el Tahuichi previo al inicio del duelo entre Oriente y Universitario. El juez Ever Cuéllar se negó a dar por iniciado el juego porque los capitalinos saltaron a la cancha con una camiseta blanca, color que predominaba en la camiseta local. La decisión originó el retraso de 43’ y una desesperación plena en los directivos visitantes.
Los doctos no trajeron entre su equipaje un juego de camisetas rojas debido a que en el partido contra César Vallejo, por la Sudamericana, intercambiaron camisetas en el entretiempo y sobre el final. El patrocinador debía enviarles ayer un juego, pero no lo hizo. La desesperación originó incluso que los mismos jugadores de Universitario le pidieran a sus colegas de Oriente que trajeran sus alternativas.
Pero las camisetas amarillas y verdes de Oriente estaban en la sede. En pleno embrollo, un utilero capitalino salió corriendo rumbo a La Ramada en procura de un juego de poleras. “Sí, es lamentable la situación, no se trajo el juego de camisetas y lo asumimos”, dijo el DT Vega a EL DEBER Radio, molesto por el tema.
“Universitario tiene inscrito que su uniforme oficial es el rojo; hasta nosotros nos sorprendimos”, añadió el directivo albiverde Yimi Montaño. Los jugadores de la visita se cansaron de calentar y optaron, entre ellos Robledo y Saucedo, por hablar con Raldes para interceder ante el árbitro. Pero Ever Cuéllar ni se inmutó, siguió parado esperando el uniforme.
Luego de 43’ de espera llegó un lote de camisetas rojas con una franja blanca. Eso sí, los números de la espalda no coincidían con los que se dio a conocer provocando otro registro en el control del árbitro y en planillas. La ‘U’ no solo corrió el riesgo de una multa de $us 10.000 por el incidente, sino también de que Oriente le hubiera dado walk over, con la consiguiente pérdida de categoría (hubiera bajado a su asociación automáticamente).
“Yo no me pongo esa camiseta”, dijo De la Cuesta, aunque después, y luego de que Vega intercediera, terminó por aceptar. Pero el incidente ya tenía desconcentrados a los capitalinos, que pese a los gritos de entrenador que se mantuvo parado al borde de la cancha, no pudo hacer nada.
Fuente: El Deber
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