El empate no está mal
Oriente Petrolero hizo un buen negocio ayer en la Villa Imperial. Logró un meritorio empate sin goles frente al local Real Potosí, que le permite alargar su racha positiva de nueve partidos sin conocer derrota desde la llegada de Eduardo Villegas y, lo que es mejor, comenzar con el pie derecho su participación en el torneo Apertura de la Liga.
Como todos los partidos que le toca jugar a Oriente en estadios con altura, más aún en Potosí, el de ayer también fue difícil, pero lo supo sacar a flote incluso con uno menos desde el minuto 73, por la expulsión del arquero Carlos Arias por una bravuconada contra el árbitro Evert Cuéllar, de pésima actuación.
Volviendo al partido, Oriente tuvo solamente una ocasión clara de gol para marcar diferencia, contra tres o cuatro de Real Potosí, pero no la pudo embocar. Rodrigo Vargas cerró los ojos y cabeceó mal de frente al arco tras un centro bien medido del debutante brasileño Thiago dos Santos. El delantero, de 19 años y sobrino del goleador José Alfredo Castillo, se perdió lo que pudo ser una presión extra para el local, empezando el partido (2’).
Por lo demás, el equipo albiverde jugó a defenderse con uñas y dientes, una tarea que sabe hacer desde la llegada de Villegas. Puede que la ausencia de Alcides Peña se sintiera (ausente por lesión), pero Oriente no depende de un jugador. Jugó Vargas en ofensiva, porque Yasmani Duk, que ingresó en los 66’, no está del todo recuperado de una lesión.
Roja para Arias
Lo ideal hubiera sido una victoria de visitante, pero para empezar, el empate no está mal, sobre todo porque el partido comenzó a hacérsele cuesta arriba cuando se fue expulsado el arquero Arias. Los últimos 17 minutos, más los cinco que adicionó el juez, fueron un martirio para Villegas y para sus jugadores.
Con Álex Arancibia ya en la cancha y Real Potosí buscando alocadamente el gol con pelotazos desordenados, el travesaño visitante le negó al local la posibilidad de abrir el marcador.
Con Duk fresco (entró por Vargas a los 66’), Oriente ganó en presencia, en aguante arriba, pero no alcanzó. El equipo refinero jugó metido en su campo y tímidamente intentó, de vez en cuando, un contragolpe, pero sin consecuencias porque se empezaba a sentir el cansancio. En una de esas pocas llegadas, Duk hizo todo bien y cuando tenía que habilitar a un compañero perdió el balón, con claras muestras de poco resto físico. La altura se fue imponiendo de a poco, pero Raldes y compañía empujaban desde el fondo del arco pidiendo entrega y concentración.
El colombiano Raúl Cuesta, normalmente un jugador tosco, lento y agresivo, cumplió ayer en la marca casi a la perfección, salvo una falta que cometió sobre el escurridizo Iván
Como todos los partidos que le toca jugar a Oriente en estadios con altura, más aún en Potosí, el de ayer también fue difícil, pero lo supo sacar a flote incluso con uno menos desde el minuto 73, por la expulsión del arquero Carlos Arias por una bravuconada contra el árbitro Evert Cuéllar, de pésima actuación.
Volviendo al partido, Oriente tuvo solamente una ocasión clara de gol para marcar diferencia, contra tres o cuatro de Real Potosí, pero no la pudo embocar. Rodrigo Vargas cerró los ojos y cabeceó mal de frente al arco tras un centro bien medido del debutante brasileño Thiago dos Santos. El delantero, de 19 años y sobrino del goleador José Alfredo Castillo, se perdió lo que pudo ser una presión extra para el local, empezando el partido (2’).
Por lo demás, el equipo albiverde jugó a defenderse con uñas y dientes, una tarea que sabe hacer desde la llegada de Villegas. Puede que la ausencia de Alcides Peña se sintiera (ausente por lesión), pero Oriente no depende de un jugador. Jugó Vargas en ofensiva, porque Yasmani Duk, que ingresó en los 66’, no está del todo recuperado de una lesión.
Roja para Arias
Lo ideal hubiera sido una victoria de visitante, pero para empezar, el empate no está mal, sobre todo porque el partido comenzó a hacérsele cuesta arriba cuando se fue expulsado el arquero Arias. Los últimos 17 minutos, más los cinco que adicionó el juez, fueron un martirio para Villegas y para sus jugadores.
Con Álex Arancibia ya en la cancha y Real Potosí buscando alocadamente el gol con pelotazos desordenados, el travesaño visitante le negó al local la posibilidad de abrir el marcador.
Con Duk fresco (entró por Vargas a los 66’), Oriente ganó en presencia, en aguante arriba, pero no alcanzó. El equipo refinero jugó metido en su campo y tímidamente intentó, de vez en cuando, un contragolpe, pero sin consecuencias porque se empezaba a sentir el cansancio. En una de esas pocas llegadas, Duk hizo todo bien y cuando tenía que habilitar a un compañero perdió el balón, con claras muestras de poco resto físico. La altura se fue imponiendo de a poco, pero Raldes y compañía empujaban desde el fondo del arco pidiendo entrega y concentración.
El colombiano Raúl Cuesta, normalmente un jugador tosco, lento y agresivo, cumplió ayer en la marca casi a la perfección, salvo una falta que cometió sobre el escurridizo Iván
Zerda, en el minuto 86, que le costó su primera tarjeta amarilla en el torneo y un susto para sus compañeros a la salida de un tiro libre. La virtud de Oriente fue no entregarse fácilmente, aun en los peores momentos del partido. Comenzar empatando un torneo largo y complicado, y en la altura, parece ser un buen negocio y da una buena señal. En la segunda fecha recibirá a
Universitario de Pando y allí, en el estadio Tahuichi, seguramente mostrará de qué está hecho realmente este equipo, que aspira a su quinta estrella y hacer pesar su estirpe de equipo batallador
Fuente: El Deber
1 comentarios:
nos hace falta un lateral derecho como diego bejarano y un buen 9 de area
11 de agosto de 2014, 9:28Publicar un comentario