La bronca de siempre
La Libertadores
2014 acabó en amargura para Oriente Petrolero. El equipo, que dirige
Tabaré Silva, fue eliminado anoche por el uruguayo Nacional que le ganó
por 2-0 en el estadio Parque Central de Montevideo, superando el 1-0 de
la ida. Oriente estuvo tan cerca de lograr la hazaña en varios pasajes
del partido, pero también tan lejos por la falta de precisión y de
convencimiento. Encima, acabó con 10 hombre por la injusta expulsión de
Mariano Brau.
Nacional jamás fue un rival que lo pasó por encima, sí lo
dominó en grandes pasajes del partido (sobre todo en el primer tramo de
la etapa inicial), pero sin la supremacía de la que se hablaba en
territorio charrúa. Pero Oriente no aprovechó las pocas opciones claras
que tuvo, a diferencia de su rival que sí lo hizo con Iván Alonso como
principal estandarte y con De Pena que logró el gol de la clasificación
tras la floja respuesta del meta Carlos Arias.
El inicio del duelo tuvo a un Nacional atrevido, mientras que para
Oriente fue un mal primer tiempo no solo por la desventaja, sino porque
no logró controlar el juego. Tampoco hubo una salida limpia, Raldes
estuvo impreciso y el ‘Gato’ Zabala también. Además, Nacional, con
Nicolás Prieto y ‘Maxi’ Calzada, no dio opción a que Gualberto Mojica y
Juan Quero retuvieran el balón arriba; el local leyó mejor el partido y
tenía atosigado a un Oriente que pese a ello no se rendía.
Alonso en ofensiva era difícil de controlar para Raldes. A los
2’ estrelló un zapatazo en el palo izquierdo de Carlos Arias y a los 5’
volvió a avisar, buscando sorprender desde mitad de cancha tras mala
salida del capitán. Oriente se desahogó con el remate de Quero (7’), que
atajó Gustavo Munúa, pero poco después vino el golpazo. A los 19’
Alonso descomprimió la ansiedad al marcar de cabeza el 1-0 tras un tiro
de esquina en el que también lo ayudó Cruzado.
Merecido hasta ahí para el local, que continuó encimando en ofensiva.
Brau le sacó de cabeza otra jugada de riesgo a Porta, en clara muestra
que los de Gerardo Pelusso querían liquidar cuanto antes la llave. En
esa etapa Oriente se sacudió solo con el remate de Marvin Bejarano por
izquierda, que volvió a tapar sin líos el buen arquero uruguayo. Con
Raldes vendado tras un corte en la ceja producto de un codazo de Alonso y
con el equipo impreciso, se fueron al descanso.
Esperanza y desazón
Se estaba en desventaja, pero si Oriente marcaba un solo gol obligaba a
su rival a hacerle tres. Fue por eso que Tabaré Silva decidió
arriesgar, ordenando el ingreso de Alcides Peña en lugar de Zabala, que
acusaba cansancio. En contrapartida, Gerardo Pelusso también movió el
tablero con Gastón Pereiro en lugar de Richard Porta, en procura de
darle al equipo control del juego.
El ímpetu albiverde fue otro, atrás Raldes y Brau controlaron a Alonso y
desde el medio Mojica y Quero comenzaron a darle cuerpo a los ataques.
Los remates desde lejos del mismo Mojica (50’) y de Meleán (51’)
anticipaban a un Oriente más aguerrido, que se la iba a jugar por la
clasificación a la siguiente fase.
A los 57’ Quero pudo igualar en una veloz corrida por derecha,
pero cuando el español tuvo todo para encarar, decidió frenarse y desde
atrás se la puntearon. Pero no fue la única porque luego (59’) fue el
turno de Danny Bejarano, cuyo suave remate acabó en las manos de Munúa.
Era el mejor momento albiverde, pero a los 73’ el árbitro ecuatoriano
Carlos Vera cambió el plan al expulsar injustamente a Brau (ver apoyo).
Fue el auxilio anímico que necesitaba Nacional. Pese a que Peña (71’)
tuvo otra opción al no poder controlar un pase de Bejarano, Nacional
clavó el puñal dos minutos después. La pelota le cayó a De Pena, que
remató mordido; Arias no logró controlar tras un leve desvío y vino el
2-0.
Ahí se le vino el mundo encima a la visita y Nacional pudo poner el
tercero a través de Alonso. Cuando el partido moría Oriente intentó la
heroica, pero nuevamente su falta de definición lo condenó: primero Peña
no cabeceó (91’) y luego Hoyos le pegó mal cruzado (92’). El lamento
sigue hasta hoy
La injusta expulsión levantó a Nacional
Oriente presionaba, tenía en su propio campo a su rival y estaba cerca
de lograr el ansiado gol que les hubiera dado mayores chances de
avanzar. Pero el árbitro ecuatoriano Carlos Vera mostró la segunda
amarilla a Mariano Brau, por supuesta agresión a Iván Alonso. El
argentino rechazó bien, sin golpear a su rival, pero el juez no dubitó.
Otra amarilla y roja.
La jugada fue una importante inyección anímica para Nacional,
porque el aplauso de los hinchas locales levantó a un equipo que la
pasaba mal. Brau se detuvo, intentó explicarle la jugada a Vera, pero no
había vuelta, debía irse de la cancha.
Molesto por la decisión, se le acercó Gualberto Mojica, que también
increpó pero con mayor dureza. Esa acción le costó ser amonestado,
aunque el volante siguió protestando. Sin un zaguero y en procura de
mantener el orden atrás, Tabaré Silva se vio obligado a sacar a Yasmani
Duk, pero en cancha ya tenía a Peña y a Rodrigo Vargas.
Con uno menos, Nacional reaccionó y vinieron los embates, sobre
todo a través de Iván Alonso, que en más de una ocasión por poco y
marca el tercero (la más clara un sombrerito que acabó pegando en el
techo del arco). La expulsión tuvo su repercusión en el duelo.
Fuente: El Deber
2 comentarios:
ni modo ahora a esperar a la cholita de ciempre para darle por el chiquito este fin de mes naturalmente ay q descargar la ira con las gallinas que es lo mas normal viva ORIENTE CARAJOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
5 de febrero de 2014, 6:59Cual chiquitingo.....ya se lo hemos ancheau de tanto que le damos siempre.....aburre la misma chola de siempre, pero igual pa no perder la costumbre a darles a los blooministas perros
5 de febrero de 2014, 9:09Publicar un comentario