Era empate, Blooming aguantaba estoicamente atrás -con Marco Vaca como
principal escollo- los embates de un
Oriente Petrolero lanzado con todo en procura
de la desigualdad. El 2-2 parecía sellarse, el reloj ya marcaba los 90’
del duelo, pero en un tiro libre ejecutado por Gualberto Mojica desde
la derecha, iba a llegar el desenlace final. El que apareció desde atrás
para sacar un cabezazo cruzado, limpio, fue nada menos que Ronald
Raldes. El capitán puso el decisivo 3-2 final.
Fue el instante de la locura, de la explosión del pueblo orientista y
ni qué decir del plantel. Raldes ya corría con la boca llena de gol por
un costado mientras sus compañeros se le colgaban eufóricos tras el
tanto. La búsqueda casi sin control del gol del triunfo en la recta
final, al final acabó dando sus frutos. En Blooming se miraban atónitos,
es más, hubo un golpe a Juan Quero en pleno festejo que lo dejó tendido
por varios minutos bajo el arco. Pero ya no había vuelta.
El resumen global habla de un Blooming con temple pese a la derrota,
que tuvo en su arquero y en José Ayala a sus dos mejores hombres. Pese a
lo limitado que quedó tras la expulsión de Ortiz y la salida de ‘Koke’
Contreras y Ayala, se dio modos para defenderse y atacar con un Sergio
Almirón que fue pesado para la zaga rival. Pero Oriente, por
características de sus jugadores, tuvo más oficio. Estuvo a punto de
pagar caro con el grueso error de Marvin Bejarano, pero al final Raldes
se vistió de héroe.
Durante el partido, Oriente acabó arriba en la etapa inicial, aunque
tuvo que reponerse del golpe que recibió luego de que Blooming, a los 6’
de iniciado el juego, se puso en ventaja a través de Almirón. El
atacante le ganó en la posesión a Raldes tras un milimétrico pase de
Diego Sandóval y definió de punta antes del achique de Carlos Arias.
Tras el remate la pelota fue ingresando mansamente en medio de la
explosión celeste.
Pero el duelo apenas comenzaba porque ni bien Oriente movió la pelota
del centro, vino la respuesta. La pelota le quedó a Gualberto Mojica;
Félix Candia y y Federico García no reaccionaron a tiempo y el volante
quedó cara a cara con Marco Vaca. Su potente remate frontal lo detuvo el
arquero y a la jugada siguiente la agarró el español Juan Quero (9’),
amagó hacia adentro y sacó un riflazo que chocó en el pie de Candia y
acabó clavándose en el ángulo de Vaca. Era el 1-1.
El estadio hervía, había un éxtasis total entre los hinchas. La
academia estaba obligada a la respuesta y, en una internada del veloz
Ayala vino un tiro libre. Lo ejecutó ‘Koke’ y en medio de un bosque de
piernas, Ortiz le pegó despacio y atajó Arias. El clásico era de ida y
vuelta, con Ayala complicando a Hoyos (Raldes lo tuvo que auxiliar más
de una vez) y con Quero siendo casi incontrolable para Ortiz.
De todas formas Oriente comenzó a administrar mejor la pelota, avisó
con remates de Duk (31’) y Quero (32’) y apretó a los 37’ cuando Duk,
estando solo ante Vaca, definió; la pelota iba despacio hacia el
desguarnecido arco, pero Ortiz la sacó con la mano. “Penal...” gritaron
los hinchas y el árbitro no dubitó, Encima expulsó al lateral derecho.
El disparo lo pidió Mojica y lo convirtió luego (39’) pegándole a ras de
piso y haciendo estéril el esfuerzo del buen meta rival.
El complemento
Vino quizá lo mejor del duelo. A los 57’ Marvin Bejarano le dio un mal
pase a Danny, la pelota la tomó ‘Koke’ que habilitó a Almirón y vino una
contra letal. Apenas pisó el área, Brau lo derribó; penal para la
academia. Era el momento exacto para la inyección anímica y el argentino
no falló marcando su quinto gol con la camiseta celeste.
El Tahuichi era pura explosión. Los albiverdes, obligados por la
circunstancia, salieron con todo en procura de la desigualdad y fue aquí
donde Marco Vaca comenzó a erigirse como la figura con monumentales
tapadas a Martínez, Bejarano, Meleán y Mojica. El argentino casi
desequilibra a los 80’ y de cabeza a los 84’ pero su cabezazo y su
remate fueron a parar afuera. Nada que hacer, Oriente era pura
desesperación, pero cuando el partido moría vino el testarazo de Raldes.
No hubo vuelta, la supremacía albiverde no se detiene
RALDES SE ESTRENÓ ANOTANDO EN CLÁSICOS
La falta había sido a Marvin Bejarano. El centro lo pidió Mojica y,
cuando menos se lo esperaban, un cabezazo de Ronald Raldes acabó
definiendo el partido. Golazo del capitán. Sin duda, especial para él,
no solo porque volvía a jugar un clásico luego de más de diez años, sino
porque el de anoche fue su primer gol enfrentando a Blooming vistiendo
la albiverde.
Raldes es un zaguero curtido en este tipo de partidos, pero nunca antes
había marcado en el duelo más importante de la ciudad. Debutó en
clásicos el 21 de marzo de 1999 con derrota de Oriente (1-0) y la última
vez que jugó este partido, fue el 26 de noviembre de 2003 poco antes de
irse al extranjero.
Anoche volvió a jugar con la celeste de frente y a estadio lleno y acabó marcando el gol de la victoria. Especial, sin duda.
LA FIGURA
MARCO D. VACA
EQUIPO Blooming
PUESTO arquero
Gran actuación del meta celeste. Le ganó en el mano a mano a
Mojica y a Martínez. Le tapó remates a Meleán y a Bejarano. Sus
intervenciones sostenían a Blooming, pero sobre el final Raldes marcó la
diferencia. Acabó aplaudido por sus hinchas pese a la caída.
EL OJO CRÍTICO
CAÍDO DEL CIELO
RONALD RALDES
Cuando el partido moría, Ronald Raldes apareció desde atrás para marcar de cabeza el gol del triunfo. Fue decisivo.
EL DURO
DIEGO SANDÓVAL
El volante le pegó duro a Félix Quero a los 18’ de iniciado el juego. El árbitro Jordán no dubitó y lo amonestó.
PREMIO LIMÓN
MARVIN BEJARANO
Impreciso, con poca proyección y hasta desconcentrado en los cierres. Una mala entrega suya originó el 2-2 parcial.
PARA DESTACAR
Dos vehículos antimotines estuvieron desplegados por el estadio. Uno
estuvo centrado en la barra de Blooming y el otro en la de Oriente. Al
final no tuvieron que actuar.
Hubo 40 sombrillas de celeste y blanco que le dieron color a la barra
de Blooming. En Oriente lo novedoso fue ver banderas amarillas y verdes.
Gualberto Mojica, volante albiverde, ya lleva 14 goles en clásicos
cruceños. Está a uno del segundo, Víctor Hugo Antelo, y a tres del
argentino Raúl Horacio Baldessari.
Es un tema de no acabar el del láser verde que alumbra a los
jugadores. Durante el duelo, Juan Quero fue uno de los más apuntados
cada vez que tuvo la pelota.
Pese a que curvas y general estaban repletas, en las butacas se pudo evidenciar unas 400 sillas vacías.
Aunque está prohibido, en la barra de Oriente se extendió una polera gigante en apoyo al gobernador Rubén Costas.
LOS TÉCNICOS
“La única forma de revertir esto es ganando. Hoy (anoche) cometimos errores, no estuvimos concentrados en jugadas clave”
GUSTAVO DÍAZ - DT DE BLOOMING
“Lo más importante es que jamás perdimos el rumbo y rescato ante todo la decisión del equipo de ir siempre para el frente”.
TABARÉ SILVA - DT DE ORIENTE PETROLERO
ALMIRÓN, UN TANQUE EN LA ACADEMIA
Decidido, pesado para los zagueros rivales y definidor a la
primera oportunidad que tuvo. Sergio Almirón volvió a demostrarle al
hincha sus buenas credenciales. A los 6’ marcó el 1-0 con gran mérito,
no solo en la definición sino en el desmarque, y luego ganándole en la
posesión a Brau que acabó haciéndole penal.
Almirón ya lleva cinco goles en Blooming, un gran porcentaje para
un equipo que solo ha marcado ocho tantos. Ayer aguantó bien a Brau y a
Raldes cuando le tocó enfrentarlo, pero además apoyó arrastrando marca
cada vez que José Ayala penetró por izquierda. Cuando Blooming quedó con
diez perdió un socio por derecha porque Díaz se vio obligado a incluir a
Valverde en vez de Joselito Vaca.
Tras el final, se fue con mucha bronca al igual que sus
compañeros; de todas maneras, el atacante ratificó que es un goleador y
que tiene la talla para llenar una necesidad de tiempo en la academia.
Sobresalió con goles.
El Árbitro
JOSÉ JORDÁN
El clásico casi se le fue de las manos. Debió cortar con anticipación las jugadas recias. Acabó echando a cinco.