Resistencia albiverde

Resistencia albiverde

Resultado alentador. El 0-0 de anoche ante Guaraní en el Roberto Livieres de Paraguay, le permite a Oriente Petrolero tener un buen panorama para la vuelta. Los de ‘Tito’ Pompei resistieron en casi todo el partido los embates del rival y consiguieron un meritorio empate que alienta la ilusión de los hinchas de avanzar a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana 2013. La revancha será el jueves (20:00).

En el resultado mucho tuvieron que ver el meta Carlos Arias y los zagueros centrales Pablo de Muner y Mariano Brau, que con temperamento e inteligencia, sobre todo al momento del cierre, apagaron incendios que parecían inevitables. Eso sí, el equipo no tuvo en casi todo el duelo el control de la pelota en el medio y regaló demasiados pases que pudieron ser aprovechados en ataque por Peña, Duk o Bargas.

Pero vamos al partido. En esa primera parte, Oriente comenzó pasando sofocones ya que marcar a Federico Santander resultó más difícil de lo esperado. El espigado delantero paraguayo no solo asustó al minuto de juego con un remate cruzado, sino que después (8’), tras una mala salida de Danny Bejarano, volvió a llevar riesgo con un remate frontal pero a un costado del arco de Arias. Los de ‘Tito’ Pompei no lograban tomarle el pulso al duelo. 

Lo que quedaba era resistir en ese fatífico primer cuarto de hora ya que poco antes también Iván González puso el estadio de pie rematando cerca del palo derecho albiverde. A la visita le costaba tener la pelota, ya que cuando esta le caía a Bejarano, Pedro Azogue o Matías Córdoba, de inmediato tenían a un paraguayo encima que los obligaba a una mala entrega. A los 14’ recién llegó el desahogo cuando Duk inquietó tras pase de Alcides Peña.

Era el momento de crecer, pero el rival cerraba todas las puertas. Córdoba abusó del amague a los 18’ y su remate terminó siendo débil para el meta Pablo Aurrecochea. En la zaga, Guaraní exhibía el músculo de sus espigados zagueros; los golpes fueron y vinieron, no solo a Peña, sino a jugadores como Miguel Hoyos que se quejó por una dura entrada de Iván González que fue con plancha. Además, Azogue acabó ese primer tiempo con un moretón en el ojo derecho tras otro golpe.

El 0-0 no se quebró en esa etapa ya que pese a todas las dificultades, Oriente había logrado resistir. Se vino el complemento y de entrada Pompei apostó por Hugo Bargas en vez de Yasmani Duk. La idea era explocar al máximo la velocidad del argentino aprovehando que estaban volcados en la zona rival en procura de quebrar el cero del encuentro. 

Al minuto de reiniciado el juego, Guaraní volvió a hacerse sentir con un tiro libre de Iván González pero de nuevo Arias resolvió con solvencia. El partido obligaba a no distraerse y aunque Pedro Azogue respondió con un zapatazo de zurda (48’) el panorama no iba a estar tan fácil. Obligado por las circunstancias el local adelantó líneas y la labor se le facilitó porque Oriente no tenía un hombre que retuviera el balón, hiciera la pausa y buscara a los huérfanos delanteros.

Sin pelota, Bargas y Peña no tenían participación porque, además, Córdoba mostró signos de cansancio. Danny Bejarano y el mismo Azogue recuperaban bien, pero entregaban mal y con este panorama la carga se le hizo cada vez más pesada a De Muner y Brau, que continuaban sosteniendo el peso de Santander y Derlis González.

Plan para aguantar

Alentados por una gran cantidad de hinchas albiverdes apostados en las graderías, Oriente siguió con su plan de resistir los embates. El ingreso de Fernando Saucedo por el extenuado Lucas Díaz le dio mayor aplomo, porque el 10 se animó a ir hacia el frente recostado por derecha y cuando el balón le llegó a sus pies intentó buscar a los atacantes.

De todas formas vinieron dos sustos más, el primero a los 71’ a través de un zapatazo de Derlis González que obstaculizó Brau, y uno último de Santander, que abriéndose campo, logró inquietar al portero. Eso sí, Oriente gozó de una buena llegada a los 75’ a través de Peña que desbordó por derecha y su centro al corazón del área no lo cazó Bargas.

Pese a todo el 0-0 es buen negocio para Oriente, que no se confía para la vuelta con la experiencia vivida en 2012  

Fuente: El Deber