LE CAYÓ DE ARRIBA
Oriente Petrolero acabó
festejando y disfrutando de su buena ubicación en la tabla, mientras que
Blooming sumó una tristeza más a este momento lleno de problemas.
El albiverde se
quedó con el clásico cruceño sacando ventaja de toda pelota que llegó
por arriba al área de Blooming, en una tarde-noche en la que el buen
fútbol estuvo ausente.
Hoyos y Zabala,
dos laterales que estuvieron escalonados en el sector derecho, uno en su
lugar habitual y el otro como volante, tuvieron su premio al buscar con
empeño en el área rival.
Blooming pagó un
alto precio por el pésimo trabajo de su defensa en el juego
aéreo,especialmente en las coberturas, y por la pasividad del golero
Galarza, responsable de más de un gol.
A Oriente le
alcanzó con situaciones fortuitas, como el rebote en Boyero, tras un
deficiente despeje de Galarza, tras cabezazo de Hoyos, que acabó en el
primer gol.
Después, Zabala en el pelotazo pelotazo largo que acabó con Candia fuera de la cancha por una lesión en la mandíbula, y el Gato sacando ventaja para el segundo gol.
Luego, en otro rechazo corto de Galarza, que en vez de salir se quedó mirando, dubitativo y sin reacción. Este ultimo, de Hoyos, fue el tercero y el que marcó la diferencia definitiva en el clásico, con el partido sin dueño.
A Blooming, en cambio, no le sirvió de nada la capacidad de definición de Hugo Bargas, quien le había dado vida con dos lindos goles, por la floja actuación de Galarza y la zaga.
Llamativo lo de los celestes en los últimos veinte minutos, que en lugar de salir a ganar mostraron una actitud negativa, negligente y conformista. No tuvieron la rebeldía que exige cualquier situación adversa.
Oriente, con el despliegue y entrega de Nacho García, su mejor jugador, controló el partido en el tramo final y se llevó los tres puntos y un gran alegría.
No era para menos, el triunfo les cayó de arriba...en cada pelota que llegó al área rival.
Después, Zabala en el pelotazo pelotazo largo que acabó con Candia fuera de la cancha por una lesión en la mandíbula, y el Gato sacando ventaja para el segundo gol.
Luego, en otro rechazo corto de Galarza, que en vez de salir se quedó mirando, dubitativo y sin reacción. Este ultimo, de Hoyos, fue el tercero y el que marcó la diferencia definitiva en el clásico, con el partido sin dueño.
A Blooming, en cambio, no le sirvió de nada la capacidad de definición de Hugo Bargas, quien le había dado vida con dos lindos goles, por la floja actuación de Galarza y la zaga.
Llamativo lo de los celestes en los últimos veinte minutos, que en lugar de salir a ganar mostraron una actitud negativa, negligente y conformista. No tuvieron la rebeldía que exige cualquier situación adversa.
Oriente, con el despliegue y entrega de Nacho García, su mejor jugador, controló el partido en el tramo final y se llevó los tres puntos y un gran alegría.
No era para menos, el triunfo les cayó de arriba...en cada pelota que llegó al área rival.
Fuente: Once a Once
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