Si dice que es su hora, es por algo
Las oportunidades se presentan
una sola vez en la vida y hay que aprovecharlas. Alcides Peña está en su
derecho de emigrar y Oriente Petrolero en la obligación de no ponerle
trabas. Al final de cuentas con la transferencia ganan los dos. El
jugador dice que es su hora y habrá que apoyarlo; retenerlo contra su
voluntad no sería una buena idea.
Oriente perderá a un jugador
importante, de los más talentosos que ha tenido en los últimos años,
pero también será un punto de inflexión en la búsqueda de nuevos
valores, desde su cantera. Si Peña quiere irse, que se vaya, total no
será para siempre, y si es para siempre, mejor para Oriente, porque no
le vendrían mal tres cuartos de millón de dólares por un jugador que
pide a gritos nuevos aires.
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