El dedo está en la llaga

El dedo está en la llaga

Si Oriente Petrolero llegaba moribundo al duelo ante Bolívar, en procura de una luz de esperanza a su fatal segundo semestre, hoy se desangra. 

Los paceños hurgaron la herida, el plantel, la dirigencia y, sobre todo, sus hinchas mascullan hoy decepción y bronca. Oriente estuvo cerca (a un minuto) de ser Bolivia 3 en la Libertadores, pero se dejó empatar, forzó a los penales y acabó cayendo.

El consuelo de quedarse con la Sudamericana no los alivia y ese desangrado anticipa cambios, y no necesariamente en lo futbolístico, donde el principal acusado es Erwin Sánchez, sino de estructuras como club, porque hoy la realidad habla de una dirigencia débil tras la salida de directores que no estuvieron de acuerdo con la ratifición de Platiní. El club ya está en crisis, aunque la palabra suene demasiado dramática.

Y queda claro que no se alivianará solo con la ida del entrenador, porque habrá que ver la capacidad de reacción para levantarse; porque si de algo sirven momentos como estos, es para ver de forma cruda los gruesos errores que cometiste y que tienes que evitar. Anoche se reflejó en cancha lo que hoy es Oriente, un equipo desorganizado, impreciso y falto de confianza. Que hubiera acabado sexto y con diez empates en su haber en el Apertura, no extraña.

Platiní no encontró la fórmula para levantar al equipo y sus dirigidos simplemente no estuvieron a la altura que les exige un club como Oriente. Esa cruda realidad, que anoche Bolívar atizó, no hace más que encaminar la decisión ya tomada respecto a los jugadores, ya que ‘Choco’ Antelo dijo que se irán nacionales y extranjeros. Lo del técnico parece no tener vuelta, aunque la dirigencia todavía no lo hizo oficial. Hoy, el dedo ya está en la llaga.

Fuente: El Deber