DECISIÓN UNÁNIME
Oriente Petrolero marcó la diferencia en el primer tiempo y se quedó con el clásico cruceño ante un Blooming que se equivocó en la estrategia. Fue más práctico y contundente.
Golpeó dos veces el albiverde y cambió totalmente el partido, inclinándolo en su favor, por aquello de que un gol es táctica. En ventaja se acomodó mejor en la cancha, adquirió confianza y controló el juego.
Peña su jugador más punzante e incisivo, desequilibrante con su habilidad y peligroso por su ambición goleadora, se encargó de dejar al desnudo los yerros estratégicos de la academia.
El atacante, que reapareció después de un tiempo,transformó en un golazo (derechazo al segundo palo) una pelota que perdió Ortiz (una más y van…) en defensa y recuperó Raymonda. Enganchó hacia afuera, dentro del área grande, y sacó el remate al palo más lejano de Galarza.
Con el gol en contra Blooming se desorientó, perdió totalmente el mediocampo que tenía un jugador menos por la decisión (absurda) de Malvestiti de incluir a su coterráneo Baroni, como atacante por izquierda, dejando en el banco a un organizador de juego como Melgar.
Oriente aprovechó la ventaja, se soltó empezó a tocar la pelota con libertad ante tanto espacio y superioridad numérica en el sector, empezó a desequilibrar, y sentenció el partido con lindo derechazo de Mojica desde fuera del área.
Pudo llegar el tercero, en realidad llegó, a través del juvenil Vargas, pero fue anulado en un decisión equivocada del árbitro por posición adelantada que no existió. Peña también convirtió otro, pero con la mano, lo que le valió la segunda tarjeta amarilla y su expulsión.
En el complemento, Oriente se paró bien en defensa, con una buena tarea de Hoyos como central, y se refugió cerca a su arco, apostando al contragolpe (tuvo un par de buenas ocasiones al final).
Blooming no supo hacer daño en ataque y se fue diluyendo en su impotencia. Malvestiti trató de resolver el problema amontonando delanteros antes (Boyero, Baroni y Oscar Díaz) pero no hubo quien genere situaciones de gol.
El final estuvo cerca del escándalo por discusiones entre jugadores. Blooming perdió a Enrique Díaz y Ortiz, y Oriente a Brau, por expulsión.
Oriente se impuso esta vez sin discusión. Si se tratara de un fallo como en el boxeo, sería por decisión unánime.
Golpeó dos veces el albiverde y cambió totalmente el partido, inclinándolo en su favor, por aquello de que un gol es táctica. En ventaja se acomodó mejor en la cancha, adquirió confianza y controló el juego.
Peña su jugador más punzante e incisivo, desequilibrante con su habilidad y peligroso por su ambición goleadora, se encargó de dejar al desnudo los yerros estratégicos de la academia.
El atacante, que reapareció después de un tiempo,transformó en un golazo (derechazo al segundo palo) una pelota que perdió Ortiz (una más y van…) en defensa y recuperó Raymonda. Enganchó hacia afuera, dentro del área grande, y sacó el remate al palo más lejano de Galarza.
Con el gol en contra Blooming se desorientó, perdió totalmente el mediocampo que tenía un jugador menos por la decisión (absurda) de Malvestiti de incluir a su coterráneo Baroni, como atacante por izquierda, dejando en el banco a un organizador de juego como Melgar.
Oriente aprovechó la ventaja, se soltó empezó a tocar la pelota con libertad ante tanto espacio y superioridad numérica en el sector, empezó a desequilibrar, y sentenció el partido con lindo derechazo de Mojica desde fuera del área.
Pudo llegar el tercero, en realidad llegó, a través del juvenil Vargas, pero fue anulado en un decisión equivocada del árbitro por posición adelantada que no existió. Peña también convirtió otro, pero con la mano, lo que le valió la segunda tarjeta amarilla y su expulsión.
En el complemento, Oriente se paró bien en defensa, con una buena tarea de Hoyos como central, y se refugió cerca a su arco, apostando al contragolpe (tuvo un par de buenas ocasiones al final).
Blooming no supo hacer daño en ataque y se fue diluyendo en su impotencia. Malvestiti trató de resolver el problema amontonando delanteros antes (Boyero, Baroni y Oscar Díaz) pero no hubo quien genere situaciones de gol.
El final estuvo cerca del escándalo por discusiones entre jugadores. Blooming perdió a Enrique Díaz y Ortiz, y Oriente a Brau, por expulsión.
Oriente se impuso esta vez sin discusión. Si se tratara de un fallo como en el boxeo, sería por decisión unánime.
Fuente: Once a Once
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