Puro nervios y pretextos

Puro nervios y pretextos

Ganó Oriente, descomprime su apretada situación, pero está claro que todavía queda mucho por hacer. El equipo aún no convence y los pretextos del cuerpo técnico y de la dirigencia siguen apareciendo. Es la hora de aceptar que Luis Gutiérrez, Joselito Vaca, Juan Carlos Arce ya son historia, que no van a volver y que hay que arreglársela con lo que están. Es la hora de no quejarse más de empresarios o negociadores, porque el pretexto, válido o no, va directo a trastocar el objetivo trazado.
Hoy Oriente Petrolero está noveno y no convence, no tiene ese soporte de equipo grande y hasta da la impresión de que cada gol se lo asume como una proeza por lo que le cuesta conseguirlo. La celebración de Carlos Ramacciotti casi hincado mirando a los hinchas tras el 2-1, su desesperación reprochando a un pasapelotas que quiso entregarle rápido el balón a un jugador de Universitario sobre el final, o lo poco celebrado en la tribuna que fue el triunfo, sirven como parámetro para hablar de este momento.
Sin lateral izquierdo tras la ida de Bejarano, y todavía sin un central definido tras la lesión de Schiapparelli (volvió a ser operado de la rodilla derecha) Ramacciotti ha optado por una línea de tres a la que le está costando acoplarse porque falta sincronía. Es desde atrás que el equipo debe armarse y esa zona es todavía flaca más allá de lo destacado que ayer estuvo Hoyos defendiendo y apoyando.
Los nervios están a flor de piel porque está claro que el campeonato va rápido, se juega miércoles y domingo y no hay tiempo para lamentarse. Los seis puntos que perdió Oriente en el inicio ya no vuelven y tienden a tener su peso específico sobre el final del torneo. // Mauricio Cambará F.

Fuente: El Deber