Ariel Cuffaro Russo: «La camiseta es el valor más preciado»
Un café de por medio para una charla plena. Son cerca de las 16:00 y el técnico de Oriente Petrolero, Ariel Cuffaro Russo, ya está sentado en una de las mesas que hay abajo del edificio Plaza Libertad, sobre la Cañada Strongest a una cuadra de la avenida Monseñor Rivero. Corresponde levantando la mano a quienes lo buscan para saludarlo. Es el técnico del puntero, del último campeón, su equipo mantiene un nivel óptimo y él apunta a más. Eso sí, es consciente de que no va a ser fácil y lanza una advertencia a quienes ya dan por sentenciado el campeonato. “Ganar el segundo torneo consecutivo siempre le cuesta más a cualquier equipo”. Gran amigo de Ramiro Castillo (+), Óscar Sánchez (+) y Ronald Raldes, Cuffaro Russo analiza su presente y desmenuza las fortalezas de su actual plantel.
- ¿Cómo llega a Oriente?
- Cuando dirigí a Raldes en 2005 con don Ángel (Tulio Zof) en Rosario Central, él siempre me decía que debía venir a Bolivia, pero no se daba la oportunidad. Después surgió la casualidad de que Daniel Gonzales, el mismo representante de Ronald, me abre la chance de dirigir a Oriente. Unos meses antes yo había dejado Central y estaba con ganas de arrancar; lo analicé y me vine. Además era la hora de palpar lo que siempre comentábamos con Ramiro (Castillo) y Óscar (Sánchez) en Argentina.
- ¿Conoció bien a ambos?
- Fuimos grandes amigos. Jugué junto a Castillo en Central y gestioné la ida a Gimnasia de Jujuy de Sánchez, antes de que se lo transfiriera al Independiente de Menotti. Yo termino mi carrera como jugador en Jujuy y cuando se jugó la Copa América acá, en 1997, vine a seguirla y quedé fascinado con Sánchez, el club lo adquirió en cerca de 200 mil dólares para luego pasarlo a Independiente en más de un millón y medio. Les hice hacer un gran negocio. Recuerdo que incluso Óscar me pidió que lo acompañara a la hora de firmar su contrato. Después también llevé a Iván Casillo, otro gran amigo.
- Volvamos a Oriente. ¿Qué aspectos lo motivaron para hacerse cargo de este equipo?
- Primero comencé a interiorizarme del equipo actual. Sabía que venía de ser campeón y que tenía una base de jugadores importantes que conformaban gran parte de la selección. Entonces me gustó, porque los equipos en los que yo veo que puedo hacer algo, los agarro. Antes tuve ofrecimientos en Argentina pero eran equipos que no me convencían en lo futbolístico, en cambio lo de Oriente fue al revés, me convenció de entrada.
- ¿Qué le pidió a los directivos en su primer contacto?
- Que no desarmaran el equipo, que intentaran mantener la base, una cuestión de sentido común, y que después con mi llegada empezáramos a ver qué más necesitábamos. Las charlas se fueron dando, primero con Álvaro Velasco que estaba al mando del club y después con el resto. Me conocieron, les gustó mi idea futbolística y llegamos rápido a un acuerdo.
- ¿Cuffaro Russo, vino a implementar una idea futbolística o a respetar lo que había dejado el anterior técnico (Gustavo Quinteros)?
- Todos los entrenadores tenemos nuestra propia forma de dirigir, es decir, que a veces uno se identifica más con un estilo que con otro porque en esto del fútbol no hay una verdad absoluta. Está demostrado que todos los sistemas de juego son válidos y que se puede ganar jugando bien al fútbol, de forma miserable o por un golpe de suerte. Hay muchos motivos. Mi idea futbolística es hacer un buen juego, ser superior al rival y para ser superior al rival, el equipo tiene que tener una actitud dominante. Es por eso que me siento identificado con este Oriente, porque este equipo interpreta bien todo eso, de que hoy nosotros mandamos en cancha, que la pelota es nuestra, que no me interesa hacer 20 pases para llegar al arco si al final de cuentas el toque del balón es el diálogo entre ellos. El equipo tiene eso, una idea definida, como eran los equipos del ‘Flaco’ Menotti, como lo es hoy el Barcelona.
- A su criterio, ¿Oriente tiene diálogo con el balón?
- Sí, porque se toca bien y se sabe cuándo acelerar. El fútbol de eso se trata, de saber manejar los tiempos y de saber cuándo hacer las pausas, porque esto último te da la chance de sorprender. Paramos la pelota de golpe y aceleramos cuando hay que acelerar. Gracias a Dios hemos mantenido ese caudal de juego en casi todos los partidos, porque mi estilo es que de los diez jugadores que hay en el campo, al menos siete lleguen con opción de ataque de forma alternada. Y cuando no tenemos la pelota cada uno tiene su propia responsabilidad.
- ¿Qué balance hace de la primera rueda del campeonato?
- Futbolísticamente creo que hemos estado bien, siempre intentando proponer de local y visitante, por supuesto que en algunas cosas tomando nuestras precauciones lógicas, porque sabemos que jugando en la altura vos no estás en igualdad de condiciones, y te es imposible intentar atacar 90 veces. Pero la propuesta, el estilo y la idea de juego, ha sido siempre la misma. Respeto a todos los rivales porque creo que acá las localías son muy fuertes, además que hay equipos como Bolívar y The Strongest dispuestos a dar pelea.
- Pero le hicieron seis a Bolívar...
- Sí, contra nosotros se comieron seis, y hay que saber levantarse de un 6-0, y en la siguiente fecha, Bolívar le ganó a Real Mamoré (2-1) de visitante. Entonces, ese equipo algo tiene, porque no es fácil levantarse de una goleada así y si lo hicieron hay que tenerles respeto a los futbolistas. Bien o mal, fue y ganó. Ahora se viene lo más difícil.
- En la primera rueda Oriente recibió elogios de todos lados. ¿Cómo le hace el técnico para evitar un relajamiento en el plantel?
- La parte sicológica es clave, el jugador tiene que sentirse bien de la cabeza y por supuesto que los resultados ayudan. La motivación igual es fundamental y es lo que trato de hacer siempre, hablar todos los días, porque vos en un plantel tenés chicos de diferentes edades, por ahí el de 30 está más comprometido con la causa que el de 20 o también hay algunos que aún no se definen. Es que esto del fútbol a cualquiera marea. Mirá, en Argentina hay chicos que comienzan a ganar mucho dinero con 20 años, entonces cuando te pasa eso, no le podés exigir a un pibe que piense como uno de 30 porque esos diez años de diferencia pesan. Un profesional que va a la facultad, recién gana buen dinero desde los 30 para arriba, entonces hay que saber hablar, motivar y orientar al jugador.
- ¿Han entendido el mensaje?
- Sí, hemos hablado permanentemente y los jugadores han entendido. Uno lo que busca siempre es el compromiso, saber que este es un juego de equipo, que acá no es un mano a mano como el tenis o el boxeo y el grado de compromiso cuanto mayor sea, mejor para el grupo. Hoy y siempre el equipo debe estar por encima de las individualidades y en Oriente hay ese espíritu solidario, una entrega total, porque no es lo mismo jugar defendiéndose que jugar atacando. Esa es un poco la idea para manejar la ansiedad cuando uno está en una situación como esta.
- ¿Pecó Oriente en haberle ganado a Universitario antes de jugar el partido del miércoles pasado?
- Los partidos son todos diferentes, distintos, y como se había generado todo eso de que íbamos a ganar y así sacar seis puntos de diferencia al resto, la gente se contagió. Después, cuando empatamos (0-0), pareció que todo fue un fracaso. Es que lo mismo sucedió cuando ganamos los cinco primeros partidos; revisá archivos, yo siempre me mantuve mesurado, porque sabía que me iba a tocar perder porque el fútbol es así, no se gana siempre, no existe el técnico que gane siempre. Hay que ir partido tras partido, porque te repito, la historia de cada juego es diferente, si pensás lo contrario estás equivocado.
- ¿Es una ventaja o una desventaja que tu equipo sea la base de la selección nacional?
- Todo es según como uno lo quiera mirar. Siempre digo que hasta en el peor de los lugares nace una flor. Yo soy de los que se inclina por ver el lado positivo de las cosas, por la sencilla razón de que si gran parte de Oriente está en la selección es porque hay buenos jugadores. Ahora, es cierto también que eso me trae algunos inconvenientes por el desgaste físico que están teniendo jugadores como Jhasmani Campos y Joselito Vaca. Sacá una estadística y fijate cuántos partidos lleva jugado hasta ahora Joselito, te vas a sorprender. Pero bueno, hay que tomarlo con calma y te repito, es muy positivo que la mayoría de los jugadores de Oriente esté en la selección.
- La tabla del grupo 2 de la Libertadores (Oriente último con 3 unidades), ¿refleja en verdad lo que mostró el equipo en cancha?
- Después de los partidos lo primero que hacemos los técnicos es analizar el juego y sacar conclusiones. Es que los errores son lecciones. Para ganar en la Libertadores necesitás, mínimamente, tener bien a los jugadores, que te piten bien los árbitros y no jugar los dos primeros partidos de visitante. Arrancamos contra Gremio haciendo un gran partido en su cancha, pero ellos pronto comenzaron a presionar al árbitro, a tirarse en el área en busca de un penal. ¡Te lo digo, presionando al árbitro porque yo he ido 200 veces a Brasil y siempre hacen lo mismo¡ Y llegó, nos cobraron un penal que no fue porque la pelota pegó en la cara de Terrazas. Más allá del nivel del fútbol boliviano en Sudamérica, creo que Oriente salió siempre a proponer, a jugar de igual a igual.
- Se mantuvo la misma idea...
- Es que Oriente tiene un gran equipo, con gran mentalidad. Y ojo que decir jugar de igual a igual no es sólo para que quede escrito, hay que demostrarlo y nosotros en el torneo local y en la Libertadores así lo hicimos. Creo que Oriente dejó una gran imagen porque los comentarios en la Copa han sido muy dignos; es más, se habló de que hubo partidos que no merecimos perder, pero bueno, así se dio todo. De todas formas siempre creí en el equipo y el mismo día que perdimos en ese partido infame ante Junior de Barranquilla, acá, dije en la conferencia de prensa que no me extrañaría si el domingo metíamos cuatro o cinco goles. Y ese domingo, venía Bolívar. El mensaje que les bajé a los jugadores irradiaba convencimiento, algo que ellos tienen bien asumido.
- ¿Cómo le hizo para encontrarle el puesto a Alejandro Meleán, que por cierto, es sicólogo de profesión?
- Para jugar bien al fútbol no es necesario tener un título universitario. Lo primero que se necesita es tener un corazón generoso, y este pibe lo tiene, porque le he pedido si me puede hacer esto o lo otro y él lo hace. Pero ojo, cuando yo le pido algo a un futbolista, es porque interiormente ya sé que lo puede hacer. Por ahí te puede ir mal porque esto es fútbol y te llega una mala tarde, pero creo que Meleán tiene ambiciones en el fútbol y gracias a eso he podido escarbar y mirar más adentro. Es un chico aplicado, tácticamente inteligente, tiene una buena condición física para jugar en varios puestos y está siempre a disposición. Siempre supe que este chico algo tenía; son cosas que percibimos los técnicos.
- ¿Habla con Quinteros?
- Sí, varias veces, más que todo por la buena relación que él tiene con Oriente Petrolero. No te extrañés si a la Copa América lleva 7 u 8 jugadores; es que los conoce bien y sabe de la capacidad que hay en el plantel. Además, él les ha dado confianza. Existe un buen diálogo.
- ¿Usted es autocrítico?
- Trato de mostrarme ante los futbolistas como soy, con actitud frontal. Nos juntamos cada mañana y hablamos; les digo las cosas que me gustan y las que no me gustan y al final de la charla termino con una pregunta: “¿Alguien no entendió o tiene alguna duda?” Es que después no quiero que me digan que no sabían las reglas impuestas. Bueno, además que sé que el fútbol tiene mucha calentura, temperamento y carácter y a alguien se le puede salir la cadena.
- ¿Qué cosas le disgustan?
- Que un futbolista salga de la cancha insultándose con el técnico por un cambio, o sacarse la camiseta por un enojo. Para mí sacarse la camiseta, es una ofensa al club que le está dando de comer. La camiseta es el valor más preciado. En esto del fútbol se gana plata, se vive del fútbol, pero el futbolista de raza tiene que tener adentro amor por ella, tiene que mantener el espíritu del amateurismo, ese orgullo, esa vergüenza. Es importante mantener este aspecto.
- ¿Cómo le ha hecho para rendir bien en los partidos de la Copa, si ya no tienen chance?
- En Colombia les dije a los jugadores: “Hoy jugamos por la soda y el sándwich, como en el barrio”. Es así, a nadie le gusta perder. Se entendió bien lo que les marqué.
las frases
“Si Bolívar se levantó luego de un 6-0 en el Tahuichi, algo debe tener. Hay que respetar a sus jugadores”
“Es importante que el equipo mantenga ese espíritu amateur, de sentir vergüenza cuando te hacen un caño”
“En la Copa el equipo fue digno; hubo comentarios que hablaban de que Oriente mereció mejor suerte”
- ¿Cómo llega a Oriente?
- Cuando dirigí a Raldes en 2005 con don Ángel (Tulio Zof) en Rosario Central, él siempre me decía que debía venir a Bolivia, pero no se daba la oportunidad. Después surgió la casualidad de que Daniel Gonzales, el mismo representante de Ronald, me abre la chance de dirigir a Oriente. Unos meses antes yo había dejado Central y estaba con ganas de arrancar; lo analicé y me vine. Además era la hora de palpar lo que siempre comentábamos con Ramiro (Castillo) y Óscar (Sánchez) en Argentina.
- ¿Conoció bien a ambos?
- Fuimos grandes amigos. Jugué junto a Castillo en Central y gestioné la ida a Gimnasia de Jujuy de Sánchez, antes de que se lo transfiriera al Independiente de Menotti. Yo termino mi carrera como jugador en Jujuy y cuando se jugó la Copa América acá, en 1997, vine a seguirla y quedé fascinado con Sánchez, el club lo adquirió en cerca de 200 mil dólares para luego pasarlo a Independiente en más de un millón y medio. Les hice hacer un gran negocio. Recuerdo que incluso Óscar me pidió que lo acompañara a la hora de firmar su contrato. Después también llevé a Iván Casillo, otro gran amigo.
- Volvamos a Oriente. ¿Qué aspectos lo motivaron para hacerse cargo de este equipo?
- Primero comencé a interiorizarme del equipo actual. Sabía que venía de ser campeón y que tenía una base de jugadores importantes que conformaban gran parte de la selección. Entonces me gustó, porque los equipos en los que yo veo que puedo hacer algo, los agarro. Antes tuve ofrecimientos en Argentina pero eran equipos que no me convencían en lo futbolístico, en cambio lo de Oriente fue al revés, me convenció de entrada.
- ¿Qué le pidió a los directivos en su primer contacto?
- Que no desarmaran el equipo, que intentaran mantener la base, una cuestión de sentido común, y que después con mi llegada empezáramos a ver qué más necesitábamos. Las charlas se fueron dando, primero con Álvaro Velasco que estaba al mando del club y después con el resto. Me conocieron, les gustó mi idea futbolística y llegamos rápido a un acuerdo.
- ¿Cuffaro Russo, vino a implementar una idea futbolística o a respetar lo que había dejado el anterior técnico (Gustavo Quinteros)?
- Todos los entrenadores tenemos nuestra propia forma de dirigir, es decir, que a veces uno se identifica más con un estilo que con otro porque en esto del fútbol no hay una verdad absoluta. Está demostrado que todos los sistemas de juego son válidos y que se puede ganar jugando bien al fútbol, de forma miserable o por un golpe de suerte. Hay muchos motivos. Mi idea futbolística es hacer un buen juego, ser superior al rival y para ser superior al rival, el equipo tiene que tener una actitud dominante. Es por eso que me siento identificado con este Oriente, porque este equipo interpreta bien todo eso, de que hoy nosotros mandamos en cancha, que la pelota es nuestra, que no me interesa hacer 20 pases para llegar al arco si al final de cuentas el toque del balón es el diálogo entre ellos. El equipo tiene eso, una idea definida, como eran los equipos del ‘Flaco’ Menotti, como lo es hoy el Barcelona.
- A su criterio, ¿Oriente tiene diálogo con el balón?
- Sí, porque se toca bien y se sabe cuándo acelerar. El fútbol de eso se trata, de saber manejar los tiempos y de saber cuándo hacer las pausas, porque esto último te da la chance de sorprender. Paramos la pelota de golpe y aceleramos cuando hay que acelerar. Gracias a Dios hemos mantenido ese caudal de juego en casi todos los partidos, porque mi estilo es que de los diez jugadores que hay en el campo, al menos siete lleguen con opción de ataque de forma alternada. Y cuando no tenemos la pelota cada uno tiene su propia responsabilidad.
- ¿Qué balance hace de la primera rueda del campeonato?
- Futbolísticamente creo que hemos estado bien, siempre intentando proponer de local y visitante, por supuesto que en algunas cosas tomando nuestras precauciones lógicas, porque sabemos que jugando en la altura vos no estás en igualdad de condiciones, y te es imposible intentar atacar 90 veces. Pero la propuesta, el estilo y la idea de juego, ha sido siempre la misma. Respeto a todos los rivales porque creo que acá las localías son muy fuertes, además que hay equipos como Bolívar y The Strongest dispuestos a dar pelea.
- Pero le hicieron seis a Bolívar...
- Sí, contra nosotros se comieron seis, y hay que saber levantarse de un 6-0, y en la siguiente fecha, Bolívar le ganó a Real Mamoré (2-1) de visitante. Entonces, ese equipo algo tiene, porque no es fácil levantarse de una goleada así y si lo hicieron hay que tenerles respeto a los futbolistas. Bien o mal, fue y ganó. Ahora se viene lo más difícil.
- En la primera rueda Oriente recibió elogios de todos lados. ¿Cómo le hace el técnico para evitar un relajamiento en el plantel?
- La parte sicológica es clave, el jugador tiene que sentirse bien de la cabeza y por supuesto que los resultados ayudan. La motivación igual es fundamental y es lo que trato de hacer siempre, hablar todos los días, porque vos en un plantel tenés chicos de diferentes edades, por ahí el de 30 está más comprometido con la causa que el de 20 o también hay algunos que aún no se definen. Es que esto del fútbol a cualquiera marea. Mirá, en Argentina hay chicos que comienzan a ganar mucho dinero con 20 años, entonces cuando te pasa eso, no le podés exigir a un pibe que piense como uno de 30 porque esos diez años de diferencia pesan. Un profesional que va a la facultad, recién gana buen dinero desde los 30 para arriba, entonces hay que saber hablar, motivar y orientar al jugador.
- ¿Han entendido el mensaje?
- Sí, hemos hablado permanentemente y los jugadores han entendido. Uno lo que busca siempre es el compromiso, saber que este es un juego de equipo, que acá no es un mano a mano como el tenis o el boxeo y el grado de compromiso cuanto mayor sea, mejor para el grupo. Hoy y siempre el equipo debe estar por encima de las individualidades y en Oriente hay ese espíritu solidario, una entrega total, porque no es lo mismo jugar defendiéndose que jugar atacando. Esa es un poco la idea para manejar la ansiedad cuando uno está en una situación como esta.
- ¿Pecó Oriente en haberle ganado a Universitario antes de jugar el partido del miércoles pasado?
- Los partidos son todos diferentes, distintos, y como se había generado todo eso de que íbamos a ganar y así sacar seis puntos de diferencia al resto, la gente se contagió. Después, cuando empatamos (0-0), pareció que todo fue un fracaso. Es que lo mismo sucedió cuando ganamos los cinco primeros partidos; revisá archivos, yo siempre me mantuve mesurado, porque sabía que me iba a tocar perder porque el fútbol es así, no se gana siempre, no existe el técnico que gane siempre. Hay que ir partido tras partido, porque te repito, la historia de cada juego es diferente, si pensás lo contrario estás equivocado.
- ¿Es una ventaja o una desventaja que tu equipo sea la base de la selección nacional?
- Todo es según como uno lo quiera mirar. Siempre digo que hasta en el peor de los lugares nace una flor. Yo soy de los que se inclina por ver el lado positivo de las cosas, por la sencilla razón de que si gran parte de Oriente está en la selección es porque hay buenos jugadores. Ahora, es cierto también que eso me trae algunos inconvenientes por el desgaste físico que están teniendo jugadores como Jhasmani Campos y Joselito Vaca. Sacá una estadística y fijate cuántos partidos lleva jugado hasta ahora Joselito, te vas a sorprender. Pero bueno, hay que tomarlo con calma y te repito, es muy positivo que la mayoría de los jugadores de Oriente esté en la selección.
- La tabla del grupo 2 de la Libertadores (Oriente último con 3 unidades), ¿refleja en verdad lo que mostró el equipo en cancha?
- Después de los partidos lo primero que hacemos los técnicos es analizar el juego y sacar conclusiones. Es que los errores son lecciones. Para ganar en la Libertadores necesitás, mínimamente, tener bien a los jugadores, que te piten bien los árbitros y no jugar los dos primeros partidos de visitante. Arrancamos contra Gremio haciendo un gran partido en su cancha, pero ellos pronto comenzaron a presionar al árbitro, a tirarse en el área en busca de un penal. ¡Te lo digo, presionando al árbitro porque yo he ido 200 veces a Brasil y siempre hacen lo mismo¡ Y llegó, nos cobraron un penal que no fue porque la pelota pegó en la cara de Terrazas. Más allá del nivel del fútbol boliviano en Sudamérica, creo que Oriente salió siempre a proponer, a jugar de igual a igual.
- Se mantuvo la misma idea...
- Es que Oriente tiene un gran equipo, con gran mentalidad. Y ojo que decir jugar de igual a igual no es sólo para que quede escrito, hay que demostrarlo y nosotros en el torneo local y en la Libertadores así lo hicimos. Creo que Oriente dejó una gran imagen porque los comentarios en la Copa han sido muy dignos; es más, se habló de que hubo partidos que no merecimos perder, pero bueno, así se dio todo. De todas formas siempre creí en el equipo y el mismo día que perdimos en ese partido infame ante Junior de Barranquilla, acá, dije en la conferencia de prensa que no me extrañaría si el domingo metíamos cuatro o cinco goles. Y ese domingo, venía Bolívar. El mensaje que les bajé a los jugadores irradiaba convencimiento, algo que ellos tienen bien asumido.
- ¿Cómo le hizo para encontrarle el puesto a Alejandro Meleán, que por cierto, es sicólogo de profesión?
- Para jugar bien al fútbol no es necesario tener un título universitario. Lo primero que se necesita es tener un corazón generoso, y este pibe lo tiene, porque le he pedido si me puede hacer esto o lo otro y él lo hace. Pero ojo, cuando yo le pido algo a un futbolista, es porque interiormente ya sé que lo puede hacer. Por ahí te puede ir mal porque esto es fútbol y te llega una mala tarde, pero creo que Meleán tiene ambiciones en el fútbol y gracias a eso he podido escarbar y mirar más adentro. Es un chico aplicado, tácticamente inteligente, tiene una buena condición física para jugar en varios puestos y está siempre a disposición. Siempre supe que este chico algo tenía; son cosas que percibimos los técnicos.
- ¿Habla con Quinteros?
- Sí, varias veces, más que todo por la buena relación que él tiene con Oriente Petrolero. No te extrañés si a la Copa América lleva 7 u 8 jugadores; es que los conoce bien y sabe de la capacidad que hay en el plantel. Además, él les ha dado confianza. Existe un buen diálogo.
- ¿Usted es autocrítico?
- Trato de mostrarme ante los futbolistas como soy, con actitud frontal. Nos juntamos cada mañana y hablamos; les digo las cosas que me gustan y las que no me gustan y al final de la charla termino con una pregunta: “¿Alguien no entendió o tiene alguna duda?” Es que después no quiero que me digan que no sabían las reglas impuestas. Bueno, además que sé que el fútbol tiene mucha calentura, temperamento y carácter y a alguien se le puede salir la cadena.
- ¿Qué cosas le disgustan?
- Que un futbolista salga de la cancha insultándose con el técnico por un cambio, o sacarse la camiseta por un enojo. Para mí sacarse la camiseta, es una ofensa al club que le está dando de comer. La camiseta es el valor más preciado. En esto del fútbol se gana plata, se vive del fútbol, pero el futbolista de raza tiene que tener adentro amor por ella, tiene que mantener el espíritu del amateurismo, ese orgullo, esa vergüenza. Es importante mantener este aspecto.
- ¿Cómo le ha hecho para rendir bien en los partidos de la Copa, si ya no tienen chance?
- En Colombia les dije a los jugadores: “Hoy jugamos por la soda y el sándwich, como en el barrio”. Es así, a nadie le gusta perder. Se entendió bien lo que les marqué.
las frases
“Si Bolívar se levantó luego de un 6-0 en el Tahuichi, algo debe tener. Hay que respetar a sus jugadores”
“Es importante que el equipo mantenga ese espíritu amateur, de sentir vergüenza cuando te hacen un caño”
“En la Copa el equipo fue digno; hubo comentarios que hablaban de que Oriente mereció mejor suerte”
Fuente: El Deber
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