La falta de definición deja a Oriente Petrolero casi eliminado
El resultado de anoche (1-2) en el Tahuichi dicta dos cosas muy claras y casi definitivas: la eliminación prematura de Oriente Petrolero —salvo un milagro— y la clasificación anticipada a la próxima fase del colombiano Junior —a no ser que le ocurra una catástrofe—.
Aunque a cada uno le falta tres partidos por jugar, no hay dónde perderse sobre el destino de ambos, y que para Oriente supone un golpe muy fuerte dada la ilusión con la que había comenzado su participación en esta Copa Libertadores de América, que —dados los resultados hasta este momento— una vez más parece ser esquiva para los equipos del país.
Mientras Junior es el equipo de mejor campaña en la Copa, con tres partidos y todos ganados, Oriente es el de peor rendimiento, porque ha caído en sus tres confrontaciones, y tal diferencia se notó sobremanera ayer dentro de la cancha.
Una vez más el no saber definir —más allá de lo superior que fue el rival—, hundió al conjunto albiverde, que comenzó bien, pero ese ímpetu de mitad de cancha para arriba se fue diluyendo en la medida que fallaba sus opciones y crecía el rendimiento defensivo del conjunto colombiano.
Oriente pudo abrir la cuenta temprano, Campos falló la definición después de una buena jugada de Arce a los 5 minutos; y a los 15’ el arquero visitante tapó un fuerte tiro libre de Hoyos que tenía destino de red.
Junior se recuperó a partir de un penal a su favor por mano de Caamaño. Aunque Páez no pudo convertir, y Suárez tapó bien, en ese momento cambiaron las cosas, el equipo visitante juntó mejor sus líneas de mitad de cancha para atrás y comenzó a cerrar con precisión todos los caminos de los que disponía Oriente.
El albiverde siguió errando (entre Aguirre y Saucedo se perdieron dos muy claras) hasta que Junior, mediante un cabezazo de Cortés, rompió el cero cerca de la media hora (27’) de juego.
El campeón boliviano no supo sacarle tajada a las ocasiones que tuvo en el primer tiempo y ahí murió su ilusión de sumar sus primeras unidades, porque en la segunda mitad se vino abajo al toparse con el segundo gol en contra ni bien reanudado el juego, mediante un pelotazo largo que Páez definió muy bien, contando con la muy endeble tarea defensiva de los orientistas.
Fue un segundo período en el que Junior resguardó su ventaja y hasta pudo ampliarla, mientras Oriente deambuló y se rindió mucho antes del final ante la clara superioridad colombiana. El gol de Arce (92’) fue el del honor para Oriente y el primero en esta Copa que convierte un equipo boliviano. Sólo eso.
Cuffaro Russo
‘El primer tiempo fuimos superiores’
El equipo dejó todo dentro la cancha, es más, el primer tiempo fuimos superiores a Junior, pero nos fuimos a vestuarios perdiendo, y el que gana tiene la razón. No la pudimos meter y ellos aprovecharon una distracción nuestra. Oriente genera opciones de gol y no se extrañen que el domingo le hagamos tres goles a Bolívar.
Hugo Suárez
‘Ahora hay que dar vuelta la página’
Duele perder así. Nos dolió que la gente al último nos grite ‘ole, ole’ en nuestra propia cancha, debían apoyarnos en todos los momentos, pero ahora hay que dar vuelta la página y seguir adelante. El primer tiempo tuvimos hasta ocho opciones de gol y ellos tuvieron la del penal y la del gol; así es el fútbol, nos vamos muy dolidos porque se jugó bien y se entregó todo.
Óscar Quintabani
‘Generamos varias opciones de gol’
Este era un partido muy importante por la posición en la que podíamos quedar y sabíamos que Oriente iba a jugar desesperado, peloteando bastante, y en nosotros estaba el recoger los rebotes y generar varias opciones de gol de contragolpe. Nunca se puede asegurar la clasificación, pero estamos muy cerca.
Víctor Cortés
‘Manejamos mejor la pelota’
Lo importante es que esta victoria nos da un poco más de tranquilidad. Aprovechamos la desesperación del rival y manejamos mejor la pelota y pudimos convertir. No estamos clasificados todavía, quedan tres partidos muy difíciles, ahora nos vamos a casa más tranquilos con nueve puntos y esperamos seguir sumando para asegurar la clasificación.
El campeón se olvidó de ganar
Caída tras caída
Van cinco partidos consecutivos que Oriente termina derrotado, dos por el torneo Fundadores de la Liga y tres por la Libertadores de América. Después de arrasar en el certamen liguero, ganando cinco cotejos seguidos, el conjunto de Cuffaro Russo se empezó a venir abajo.
Ante colombianos
Oriente sufrió ayer su cuarta derrota en Bolivia ante colombianos. Ganó dos veces, ambas en 1977; posteriormente empató dos. Tiene 10 goles a favor y 12 tantos en contra.
Con Junior
La de anoche es la segunda caída en su casa frente a Junior, que el 2005 le ganó 1-3 cuando jugaron la primera fase.
Lorenzo Carri
El más indeciso
Oriente Petrolero, que en enero y febrero parecía el gran candidato liguero, se esfumó en la Copa, y el equipo cruceño sufrió su cuarta derrota consecutiva como local en este torneo.
La indecisión es una enfermedad contagiosa. La sufrió Junior (que me pareció un equipo menos firme que el que vimos hace unos años en el mismo ‘Aguilera Costas’) y eso permitió que Oriente tuviese el balón, atacara con frecuencia y dispusiera —vale el ejemplo del pase de Arce a Aguirre y del remate que atajó el arquero a los cinco minutos— de varias llegadas prometedoras.
La indecisión se puso de manifiesto en la inocente salida del área del arquero Rodríguez que derivó en un tiro libre sin consecuencias. (Tomen nota por estos lados varios arqueros que están a un pasito de cometer el mismo error, mientras los asistentes del juez están en otra cosa…)
Y la indecisión se repitió en el penal (mano de Caamaño) que le tocó en suerte a Junior —17 minutos— y que desperdició Luis Páez con un remate pobre que contuvo Suárez, acostumbrado a esos asuntos.
Más o menos por entonces, Oriente se contagió del indeciso rival. Llegó pero sin peligro y perdió el balón en medio campo; hasta un tiro libre de los tantos que hay, a favor del visitante, se hizo gol con el buen envío de Giovanni Hernández y el cómodo cabezazo de Cortés, a los 27 minutos.
Después, durante un cuarto de hora, el local pareció Junior. Y el visitante ya sereno, ganó la lotería a la salida: a los nueve segundos de la otra etapa, con varios toques y una serena definición de Luis Páez, que así olvidó el penal perdido.
Fue demasiado para Oriente. Desde ese segundo tanto de Junior, y hasta el final, la historia fue un permanente anhelo blanquiverde —no se puede hablar de asedio— y la sólida defensa de Junior propiciando 10 ó 12 contragolpes ingenuos. Hasta que, en tiempo adicionado, Junior se descuidó como no había ocurrido antes, Arce anotó y el partido se acabó con ese escaso consuelo.
Óscar Dorado Vega
Oriente no tuvo respuestas
Junior soportó un rato de presión al principio. Oriente lo arrinconó y el portero Carlos Rodríguez debió trabajar. De eso no pasó. El colombiano recopiló serenidad y comenzó a mandar en el medio, ahí donde John Viáfara recuperó y Giovanny Hernández mostró algo de su clase. A partir de esa característica el cotejo tuvo dueño y destino más o menos previsible.
Es que el local, cuando fue apurado, reveló fisuras defensivas y su pecado capital resultó ser el no aliar sus deseos a una mecánica efectiva para terminar las incursiones de ataque. El rival lo esperó ordenado y expeditivo. Hasta se dio el lujo de perder un tiro penal.
Y, para colmo, Oriente sintió en demasía la desventaja que estableció Víctor Cortés. Supuso un impacto de Knockout.
Después, antes del medio minuto del complemento, Paez sí acertó y el resto del trámite se convirtió, en función de Oriente, en sufrimiento permanente. El derivado de un juego que le era adverso en el marcador, en el trato de la pelota, en las intenciones. En todo.
Acaso la lectura del trámite terminó de ser lo gravitante. No basta con querer sin ideas claras, sin desequilibrio en la última zona. A Oriente le sobraron ganas y quedó en claro que era (y fue) insuficiente. Junior, en cambio, aplicó la receta estudiada y si ganaba por mayor diferencia nadie se hubiera rasgado las vestiduras.
El plantel cruceño extravió el rumbo —quinta caída consecutiva— y deambula sin un líder que lo saque de la modorra. Le cuesta asumir el rol de marcar en el centro. Anoche la proyección de los laterales casi no existió y en el remate determinante anda con la pólvora mojada. Demasiados factores adversos.
Y sí, todo un cachetazo. Un sopapo a la ilusión de clasificarse. La gente comprendió el desnivel de la balanza reflejado en rendimientos individuales y en la valoración colectiva. Lo que se dice, si de Oriente se trata, una pesadilla futbolística.
Fuente: La Razón
Aunque a cada uno le falta tres partidos por jugar, no hay dónde perderse sobre el destino de ambos, y que para Oriente supone un golpe muy fuerte dada la ilusión con la que había comenzado su participación en esta Copa Libertadores de América, que —dados los resultados hasta este momento— una vez más parece ser esquiva para los equipos del país.
Mientras Junior es el equipo de mejor campaña en la Copa, con tres partidos y todos ganados, Oriente es el de peor rendimiento, porque ha caído en sus tres confrontaciones, y tal diferencia se notó sobremanera ayer dentro de la cancha.
Una vez más el no saber definir —más allá de lo superior que fue el rival—, hundió al conjunto albiverde, que comenzó bien, pero ese ímpetu de mitad de cancha para arriba se fue diluyendo en la medida que fallaba sus opciones y crecía el rendimiento defensivo del conjunto colombiano.
Oriente pudo abrir la cuenta temprano, Campos falló la definición después de una buena jugada de Arce a los 5 minutos; y a los 15’ el arquero visitante tapó un fuerte tiro libre de Hoyos que tenía destino de red.
Junior se recuperó a partir de un penal a su favor por mano de Caamaño. Aunque Páez no pudo convertir, y Suárez tapó bien, en ese momento cambiaron las cosas, el equipo visitante juntó mejor sus líneas de mitad de cancha para atrás y comenzó a cerrar con precisión todos los caminos de los que disponía Oriente.
El albiverde siguió errando (entre Aguirre y Saucedo se perdieron dos muy claras) hasta que Junior, mediante un cabezazo de Cortés, rompió el cero cerca de la media hora (27’) de juego.
El campeón boliviano no supo sacarle tajada a las ocasiones que tuvo en el primer tiempo y ahí murió su ilusión de sumar sus primeras unidades, porque en la segunda mitad se vino abajo al toparse con el segundo gol en contra ni bien reanudado el juego, mediante un pelotazo largo que Páez definió muy bien, contando con la muy endeble tarea defensiva de los orientistas.
Fue un segundo período en el que Junior resguardó su ventaja y hasta pudo ampliarla, mientras Oriente deambuló y se rindió mucho antes del final ante la clara superioridad colombiana. El gol de Arce (92’) fue el del honor para Oriente y el primero en esta Copa que convierte un equipo boliviano. Sólo eso.
Cuffaro Russo
‘El primer tiempo fuimos superiores’
El equipo dejó todo dentro la cancha, es más, el primer tiempo fuimos superiores a Junior, pero nos fuimos a vestuarios perdiendo, y el que gana tiene la razón. No la pudimos meter y ellos aprovecharon una distracción nuestra. Oriente genera opciones de gol y no se extrañen que el domingo le hagamos tres goles a Bolívar.
Hugo Suárez
‘Ahora hay que dar vuelta la página’
Duele perder así. Nos dolió que la gente al último nos grite ‘ole, ole’ en nuestra propia cancha, debían apoyarnos en todos los momentos, pero ahora hay que dar vuelta la página y seguir adelante. El primer tiempo tuvimos hasta ocho opciones de gol y ellos tuvieron la del penal y la del gol; así es el fútbol, nos vamos muy dolidos porque se jugó bien y se entregó todo.
Óscar Quintabani
‘Generamos varias opciones de gol’
Este era un partido muy importante por la posición en la que podíamos quedar y sabíamos que Oriente iba a jugar desesperado, peloteando bastante, y en nosotros estaba el recoger los rebotes y generar varias opciones de gol de contragolpe. Nunca se puede asegurar la clasificación, pero estamos muy cerca.
Víctor Cortés
‘Manejamos mejor la pelota’
Lo importante es que esta victoria nos da un poco más de tranquilidad. Aprovechamos la desesperación del rival y manejamos mejor la pelota y pudimos convertir. No estamos clasificados todavía, quedan tres partidos muy difíciles, ahora nos vamos a casa más tranquilos con nueve puntos y esperamos seguir sumando para asegurar la clasificación.
El campeón se olvidó de ganar
Caída tras caída
Van cinco partidos consecutivos que Oriente termina derrotado, dos por el torneo Fundadores de la Liga y tres por la Libertadores de América. Después de arrasar en el certamen liguero, ganando cinco cotejos seguidos, el conjunto de Cuffaro Russo se empezó a venir abajo.
Ante colombianos
Oriente sufrió ayer su cuarta derrota en Bolivia ante colombianos. Ganó dos veces, ambas en 1977; posteriormente empató dos. Tiene 10 goles a favor y 12 tantos en contra.
Con Junior
La de anoche es la segunda caída en su casa frente a Junior, que el 2005 le ganó 1-3 cuando jugaron la primera fase.
Lorenzo Carri
El más indeciso
Oriente Petrolero, que en enero y febrero parecía el gran candidato liguero, se esfumó en la Copa, y el equipo cruceño sufrió su cuarta derrota consecutiva como local en este torneo.
La indecisión es una enfermedad contagiosa. La sufrió Junior (que me pareció un equipo menos firme que el que vimos hace unos años en el mismo ‘Aguilera Costas’) y eso permitió que Oriente tuviese el balón, atacara con frecuencia y dispusiera —vale el ejemplo del pase de Arce a Aguirre y del remate que atajó el arquero a los cinco minutos— de varias llegadas prometedoras.
La indecisión se puso de manifiesto en la inocente salida del área del arquero Rodríguez que derivó en un tiro libre sin consecuencias. (Tomen nota por estos lados varios arqueros que están a un pasito de cometer el mismo error, mientras los asistentes del juez están en otra cosa…)
Y la indecisión se repitió en el penal (mano de Caamaño) que le tocó en suerte a Junior —17 minutos— y que desperdició Luis Páez con un remate pobre que contuvo Suárez, acostumbrado a esos asuntos.
Más o menos por entonces, Oriente se contagió del indeciso rival. Llegó pero sin peligro y perdió el balón en medio campo; hasta un tiro libre de los tantos que hay, a favor del visitante, se hizo gol con el buen envío de Giovanni Hernández y el cómodo cabezazo de Cortés, a los 27 minutos.
Después, durante un cuarto de hora, el local pareció Junior. Y el visitante ya sereno, ganó la lotería a la salida: a los nueve segundos de la otra etapa, con varios toques y una serena definición de Luis Páez, que así olvidó el penal perdido.
Fue demasiado para Oriente. Desde ese segundo tanto de Junior, y hasta el final, la historia fue un permanente anhelo blanquiverde —no se puede hablar de asedio— y la sólida defensa de Junior propiciando 10 ó 12 contragolpes ingenuos. Hasta que, en tiempo adicionado, Junior se descuidó como no había ocurrido antes, Arce anotó y el partido se acabó con ese escaso consuelo.
Óscar Dorado Vega
Oriente no tuvo respuestas
Junior soportó un rato de presión al principio. Oriente lo arrinconó y el portero Carlos Rodríguez debió trabajar. De eso no pasó. El colombiano recopiló serenidad y comenzó a mandar en el medio, ahí donde John Viáfara recuperó y Giovanny Hernández mostró algo de su clase. A partir de esa característica el cotejo tuvo dueño y destino más o menos previsible.
Es que el local, cuando fue apurado, reveló fisuras defensivas y su pecado capital resultó ser el no aliar sus deseos a una mecánica efectiva para terminar las incursiones de ataque. El rival lo esperó ordenado y expeditivo. Hasta se dio el lujo de perder un tiro penal.
Y, para colmo, Oriente sintió en demasía la desventaja que estableció Víctor Cortés. Supuso un impacto de Knockout.
Después, antes del medio minuto del complemento, Paez sí acertó y el resto del trámite se convirtió, en función de Oriente, en sufrimiento permanente. El derivado de un juego que le era adverso en el marcador, en el trato de la pelota, en las intenciones. En todo.
Acaso la lectura del trámite terminó de ser lo gravitante. No basta con querer sin ideas claras, sin desequilibrio en la última zona. A Oriente le sobraron ganas y quedó en claro que era (y fue) insuficiente. Junior, en cambio, aplicó la receta estudiada y si ganaba por mayor diferencia nadie se hubiera rasgado las vestiduras.
El plantel cruceño extravió el rumbo —quinta caída consecutiva— y deambula sin un líder que lo saque de la modorra. Le cuesta asumir el rol de marcar en el centro. Anoche la proyección de los laterales casi no existió y en el remate determinante anda con la pólvora mojada. Demasiados factores adversos.
Y sí, todo un cachetazo. Un sopapo a la ilusión de clasificarse. La gente comprendió el desnivel de la balanza reflejado en rendimientos individuales y en la valoración colectiva. Lo que se dice, si de Oriente se trata, una pesadilla futbolística.
1 comentarios:
Thank you for providing me with picture Daleooo
10 de marzo de 2011, 17:31Oriente Petrolero fans who play PES will thank you too.
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