La despedida fue emotiva
La despedida fue con victoria, como quería Gustavo Quinteros, como se la habían imaginado los aficionados, y fue quizá por eso que al final del encuentro se emocionó, se tomó el pecho con una mano, y con la otra saludó a los miles de hinchas que en las graderías saltaban coreando su nombre. “Quiero irme campeón, por esta espectacular hinchada”, dijo al grupo de periodistas que lo rodeó apenas se selló el 3-1 frente a este desesperado Wilstermann.
Fue el último partido de los albiverdes jugando en casa y el último de Quinteros ante su público, porque desde el próximo lunes se abocará de lleno al trabajo con la selección nacional. Quería despedirse como sea con un triunfo y lo logró, aunque está claro que sufrió más que en otros partidos (se la pasó parado los 90’), no sólo porque al equipo le faltó definir en las jugadas que generó, sino porque Wilstermann lo complicó y el 1-0 parcial marcado por Cristhian Vargas, es la clara muestra de ello.
Antes del partido rechazó todas las invitaciones de los medios porque quería salir a la cancha junto al equipo. “Estamos bien, somos optimistas y vamos a dejar la vida en este partido”, dijo previo al duelo, descartando además una recomendación especial a Alejandro Schiapparelli, Gustavo Caamaño y Joselito Vaca que jugaron con cuatro amarillas corriendo el riesgo de no estar el miércoles frente a Real Potosí. Durante el encuentro, el técnico, que lució camisa blanca y pantalón negro, no se sentó jamás.
Eso sí, trató de ser mesurado con sus reclamos al árbitro, pero no se anduvo con vueltas cuando tuvo que alzar la voz a sus jugadores, entre ellos a Aguilar y a Terrazas. Es que una expulsión lo hubiera obligado a dirigir desde las tribunas las dos finales que se le vienen (Real Potosí y The Strongest) y está claro que el técnico no quiere dar ningún tipo de ventaja. También estuvo muy atento a lo que pasaba con Bolívar en La Paz y el 4-1 de los celestes a Universitario lo conminó aún más a lograr un triunfo.
En el ingreso al camarín, Quinteros y sus jugadores fueron aplaudidos y ni qué decir al salir del estadio, donde no sólo hubo ovaciones para Joselito Vaca, Schiapparelli y el propio Quinteros, sino también para el paraguayo Francisco Argüello, que estuvo desde temprano alentando a sus compañeros. Los hinchas no se movieron del costado del túnel local hasta que salió el último jugador y cuando éstos abandonaban el escenario, había alientos y gritos como “hay que ganar en Potosí y dar la vuelta en La Paz”. Hace 9 años que Oriente no gana un título de Liga y quizá esto tiene entusiasmados a los hinchas porque el título ahora está al alcance de la mano.
“En Potosí jugamos una final, hay que jugarse la vida”, agregó Quinteros, que anticipó que mañana parten a Sucre para el miércoles enfrentar a Real Potosí. La celebración fue eufórica, no sólo dentro de la cancha, sino también fuera, porque aunque Wilster puso los nervios de punta, el equipo reaccionó y supo manejar el encuentro. Después vino la despedida, que fue emotiva, con cánticos y petardos en el cielo. “Quiero irme con el título, quiero irme con el título”, repitió una y otra vez el DT. Están a dos partidos de lograrlo.
Gustavo Quinteros
Equipo: Oriente Petrolero
Cargo: entrenador
Nacionalidad: argentina
“Quiero irme campeón, para agradecer a toda esta hinchada que siempre me apoyó. Nos jugaremos la vida en Potosí”.
La figura
Alejandro Schiapparelli
Equipo: Oriente Petrolero
Puesto: defensor
Edad: 30 años
El central argentino volvió a mostrar solvencia en la marca y efectividad en la proyección. Fue autor del segundo gol de Oriente en un momento clave, cuando Wilstermann se defendía con todo.
Fuente: El Deber
Gustavo Quinteros
Equipo: Oriente Petrolero
Cargo: entrenador
Nacionalidad: argentina
“Quiero irme campeón, para agradecer a toda esta hinchada que siempre me apoyó. Nos jugaremos la vida en Potosí”.
La figura
Alejandro Schiapparelli
Equipo: Oriente Petrolero
Puesto: defensor
Edad: 30 años
El central argentino volvió a mostrar solvencia en la marca y efectividad en la proyección. Fue autor del segundo gol de Oriente en un momento clave, cuando Wilstermann se defendía con todo.
Fuente: El Deber
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