lunes, 4 de octubre de 2010

Celio Alves el "Garoto de Minas Gerais"

Celio AlvesPara muchos fue el mejor ‘10’ que tuvo Oriente Petrolero en toda su historia, para otros fue un gran jugador y ejemplo de juego limpio. Su nombre es Celio Alves, sencillo como era él en la cancha y fuera de ella también. Brasileño de nacimiento pero boliviano de corazón, como él mismo dice con un aire de orgullo. “De aquí no me voy ni botado”, asegura este hombre, de 52 años, que con su fútbol deleitó a mucha gente.
Llegó en febrero de 1985 y nunca más se fue. Venía de ser campeón con Paulista y hacía la pretemporada con Palmeiras, su antiguo club, cuando desde Santa Cruz recibió un llamado telefónico. De su natal Belo Horizonte trajo talento puro y un fútbol exquisito, capaz de encandilar cualquier mirada.
Por esa época el presidente del club era Miguel Ángel Antelo y el entrenador Eduardo Guilarte. Llegó a Oriente como segunda opción porque un compatriota suyo que venía con él (Fausto) traía mejor antecedente, pero al final terminó quedándose él. Era suplente hasta que un domingo, en un clásico frente a Blooming, ingresó en el segundo tiempo, anotó un bonito tanto e hizo un pase gol. Demasiado pedir para un jugador desconocido en el medio y que desde entonces su nombre quedó grabado en la historia del club. Jugó en Oriente de 1985 a 1992. Después de perder dos finales ese año (ante Bolívar y San José) se fue en busca de nuevos rumbos y recaló en Blooming, el clásico rival, hasta 1994. En 1995 lo llamó San José y esa misma temporada fue campeón nacional, en una dramática final contra Guabirá. Al año siguiente lo fichó Real Santa Cruz y también fue parte del equipo campeón que logró la clasificación a la primera edición de la Copa Conmebol. En 1997 no pudo jugar ese torneo internacional porque tuvo que volver a su país para el entierro de su padre. Después de unos meses volvió a Bolivia para retomar su carrera futbolística pero al poco tiempo nuevamente recibió un llamado desde su entorno familiar: su hermano se puso mal de su salud y nuevamente tuvo que volver. Después de haber estado parado todo 1997, en 1998 lo contrató Independiente Petrolero y un año más tarde volvió a San José, en busca de otro título que no se dio. En 2000 lo contrató Mariscal Braun y antes de cumplir 43 años decidió colgar las chuteras. Hace diez años que se alejó del profesionalismo y hasta ahora la gente del fútbol extraña su talento. Fue bautizado como el ‘Garoto de Minas Gerais’ porque venía de un lugarcito especial para él, al que visita sólo de vez en cuando porque adora más Santa Cruz. Trabajó como ayudante de campo con Buenaventura Ferreira, Luis Galarza y Carlos Gabriel Amodeo. Actualmente está ligado a asuntos particulares.

Su perfil

Le cuesta hablar español
Llegó hace 25 años a Santa Cruz pero jamás aprendió a hablar español a la perfección. “No puedo”, aclara el brasileño. Nació el 11 de noviembre de 1957 en Ipatinga, Minas Gerais (Belo Horizonte), tiene 52 años y una hija: Gabriela Souza Rodrigues (19), que le dio una nieta. Es el segundo de cuatro hermanos.

Fuente: El Deber

1 comentarios:

Anónimo dijo...

exelent la verdad el es mi profesor ahora de destroers me encanto la nota felicidadess
de:humberto..

25 de abril de 2014, 19:09

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